En contraste a los anteriores masivos apoyos, la Cámara zanjó definitivamente el destino del Cuarto Retiro, rechazándolo al conseguir solo 89 a favor (requería 93), pues algunos de Chile Vamos que antes habían aprobado ahora se ausentaron, al ya no estar presionados por su reelección. Los argumentos clave para convencerlos se relacionaron a Boric: las declaraciones de su asesora Stephany Griffith-Jones en contra del proyecto, la insistencia de su coalición en las rentas vitalicias -que terminó mermando los apoyos- y mantener unida a la derecha frente a él. Por ahora no se vislumbra piso para nuevos retiros.
Qué observar: “Este proyecto tiene olor a gladiolo”, aseguró a las 11:10 horas el diputado René Alinco. A esa hora, tras varias rondas para contar votos, entre los autores del proyecto ya estaban resignados a que no estarían los votos. A las 12:38, la Cámara rechazó definitivamente el Cuarto Retiro, al no reunir los 93 votos requeridos (3/5) para aprobar el informe de la comisión mixta: 89 a favor, 29 en contra y 8 abstenciones, ostensiblemente menos que la alta adhesión que habían conseguido los retiros anteriores, dada la alta popularidad ciudadana de la medida en año electoral.
- Esta vez aprobaron 77 de oposición, y 16 de Chile Vamos, 6 menos que los 18 de derecha que habían respaldado en septiembre la idea de legislar (la Cámara debió volver a pronunciarse ahora sobre el informe de la mixta, tras el posterior rechazo del Senado).
- En el primer retiro (julio/2020), hubo 95 votos a favor (13 de Chile Vamos). En el segundo giro (noviembre/2020), fueron 130 a favor (48 de la derecha), y en el tercero (abril/2021) fueron 120 a favor.
La ausencia del factor electoral y la maniobra del Gobierno: Aun cuando en este Cuarto Retiro hubo factores estructurales que de entrada mermaron el apoyo (a varios les hizo eco que a diferencias de los anteriores, ahora sí existían ayudas fiscales sustantivas con el IFE, además de los efectos inflacionarios), en esta segunda votación la baja se acrecentó ante la ausencia de la presión electoral previa a los comicios del 21/11: varios diputados de Chile Vamos que habían respaldado en septiembre se ausentaron, sea los que perdieron su reelección, o los que ya la ganaron (en ambos casos ya no había incentivo), a lo que ayudó la discusión inmediata que puso el Gobierno para forzar la votación hoy, dado que 2 diputados de oposición estaban ausentes. Las gestiones tampoco fueron frenéticas, ante la ausencia del vértigo electoral, y se dificultaron por que el Gobierno puso urgencia .
- Matías Walker (DC) y Karim Bianchi (Ind.) cuestionaron los giros. “No digan que es por el informe de la mixta, nunca quisieron aprobar”, afirmó Bianchi.
- En la UDI, Álvaro Cárter, Nora Cuevas y Rolando Rentería esta vez no llegaron a votar. Los 2 primeros fueron alineados en una reunión UDI el martes (aunque Carter faltó apelando a que fue padre el jueves), mientras Rentería está en el extranjero.
- En RN, Alejandro Santana, Pablo Prieto y Jorge Rathgeb habían aprobado en septiembre y no llegaron. Aun cuando el argumento de los 2 primeros es que están en Londres en el Chile Day, ambos habían transmitido dudas: la vez anterior ya las tenían, pero aprobaron para anticiparse al apoyo que podían brindar sus contendores para la reelección, Iván Moreira y Hugo Rey. Ambos perdieron la elección.
- En el caso de Rathgeb -quien sí fue electo- adujo un problema con su vuelo desde Temuco, pero transmitiendo que de todos modos iba a rechazar, al no estar cuantificado el gasto fiscal de la propuesta de rentas vitalicias.
- Una carta para sumar apoyos era el RN Andrés Celis (quien no votó en septiembre), pero se ausentó por un tratamiento médico, informaron en su entorno.
- Tampoco ayudó que en la oposición, la diputada Andrea Parra (PPD) estaba con licencia médica, y Gabriel Ascencio (DC) no alcanzó a retornar de Colombia.
- Esa contingencia y la discusión inmediata que puso La Moneda la aprovechó Diego Paulsen (RN), presidente de la Cámara, para ponerlo en tabla este viernes, cuando no estaban los votos. Si en anteriores retiros había acordado la fecha con los comités, ahora hizo uso de su facultad: el riesgo de ser censurado, a solo 2 meses de terminar su período, ya no era tal.
- Varios en la oposición se lamentaban así la demora que hubo en el Senado, que impidió terminar de tramitarlo antes de la elección.
El factor Boric en las tratativas: Aun cuando Boric quiso mantenerse al margen de las negociaciones para conseguir votos -al inicio no estaba convencido de un Cuarto Retiro, pero giró por la presión del FA-PC-, su disputa de segunda vuelta con Kast fue un factor inevitable en las tratativas para bajar votos, por 3 factores:
- El rechazo de sus asesores a la medida: “El Cuarto Retiro no es una tragedia, pero sí un error”, dijo Griffith Jones, miembro de su Consejo Asesor Económico, en el Chile Day en Londres. Su postura no era distinta a la que expresaron otros asesores de Boric antes (Nicolás Grau y Claudia Sanhueza), pero impactó al candidato justo cuando economistas de centroizquierda que han estado en contra de los retiros (Andrea Repetto, Ricardo Ffrench-Davis y Eduardo Engel) accedieron a revisar su programa para introducirle cambios; trabajo cruzado por la tensión entre la intención del FA-PC de mantener los ejes clave del programa, y los mensajes de esos economistas de acotar la reforma tributaria (que expresó Ffrench-Davis).
- En las conversaciones en la UDI y RN, se mencionó a los diputados que no podían aprobar si los asesores del candidato de izquierda estaban rechazando. “Los asesores de Boric para pintarlo de moderado son 1 decoración”, afirmó Diego Schalper. Y la noche del martes, en una cena UDI se transmitió a sus diputados que si querían mantener incidencia ante un eventual gobierno de Boric, debían mantenerse cohesionados.
- Insistencia de su coalición FA-PC por rentas vitalicias: aun cuando al aprobar la idea de legislar, varios senadores condicionaron su apoyo final a que no hubiera rentas vitalicias e introducir impuestos a los de más altos ingresos, ninguna de las 2 medidas se acogió en la mixta: las rentas vitalicias se mantuvieron por insistencia de los parlamentarios de la coalición de Boric (con una compleja fórmula que implicaba gasto fiscal), tras conversaciones con el comando. En la centroizquierda lamentaron en privado que hubo un “maximalismo” de ese sector, que impidió apoyos más transversales. “Es cierto que la mixta pudo hacer un trabajo mejor para llegar a un consenso”, afirmó Walker.
- El efecto en la segunda vuelta y el mensaje de Boric contra Kast: “El mayor costo lo va a pagar Boric, a quien le van a endosar que no fue capaz de ordenar a la oposición”, afirmó Pedro Araya (ind. PPD), presidente de la comisión mixta, dando cuenta de una sensación extendida en la oposición, a la que contestó desde el comando Karol Cariola (PC): “Sería injusto. No puede recaer la responsabilidad únicamente en él”. En su discurso, Boric contestó recordando que Kast se había opuesto a los retiros y aumentar el IFE: para algunos, la estrategia de su sector era tensionar posiciones para endosar a Kast la caída del proyecto.
Por qué importa: El proyecto queda archivado, y aunque puede volver a presentarse, el clima político indica que, por ahora, se terminaría con la serie de retiros de las AFP, proyecto símbolo del parlamentarismo de facto (así se le denominó al poder del Congreso por ingresar una hilera de proyectos de iniciativa exclusiva presidencial), que gatilló, además, que el gobierno perdiera definitivamente la agenda política.
- Boric ha afirmado varias veces que en un gobierno suyo no había nuevos retiros, aunque el cumplimiento de esa promesa dependerá del liderazgo que pueda ejercer sobre el nuevo Congreso, donde no tiene mayoría en ambas cámaras.