El gobierno finalmente ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de ley de reforma previsional, iniciativa legal con una extensión de 402 páginas, considerando el mensaje presidencial, el informe financiero y el informe de impacto regulario.
Justamente este último reporte hace un análisis detallado de los efectos macroeconómicos que tendría la iniciativa, que en lo grueso modifica el sistema de AFP, creando un nuevo administrador estatal que convivirá con nuevos gestores privados, y aumenta la cotización previsional obligatoria -con cargo al empleador- en seis puntos porcentuales en un lapso de seis años.
El reporte cuantifica cuánto afectaría dicho aumento de cotización en variables como el empleo -tanto formal como informal- el PIB per cápita, el stock de capital (para inversión), el consumo, el ahorro y la masa salarial líquida.
Así, según los cálculos oficiales del gobierno, la reforma previsional sería positiva para todos estos indicadores en el largo plazo, exceptuando la masa salarial líquida.
Así, prevé que el Producto per cápita aumentaría un 1,1% en el largo plazo; el stock de capital un 2,9%; el consumo agregado 0,8%; el ahorro un 1,3% del PIB; el empleo formal agregado un 2% y 0% el informal; y la masa salarial líquida cedería 2,1%.
Para evaluar los efectos de estas dimensiones conjuntamente en la economía, Hacienda utilizó el modelo de equilibrio general desarrollado por el Banco Central de Chile el 2017 en el contexto de la discusión de la reforma de pensiones de aquel entonces.
"Lo propuesta de aumento de 6% de cotización adicional con cargo al empleador, que en régimen se destina en su totalidad a un Fondo Integrado de Pensiones, y que entrega beneficios con lógicas de seguro social genera efectos tanto en el mercado de capitales, en el mercado laboral y en la demanda agregada de la economía", señala el análisis oficial, adjunto a la reforma previsional.
Acorde al mismo documento, la principal razón del aumento del PIB se debe a que la reforma genera mayor flujo de ahorro, lo que a su vez aumenta la inversión y con ello el stock de capital total en la economía.
"En el mercado laboral existen efectos tanto por el lado de la demanda como de la oferta laboral. Respecto a la demanda, un aumento de la cotización con cargo al empleador podría reducir la demanda. Por el lado de la oferta laboral, un aumento de la cotización genera un incentivo adicional a participar del mercado formal, lo que genera un aumento en la oferta y, por ello, en el empleo", señala el análisis.
Esto ocurre, dice el documento, porque el Seguro Social entrega beneficios "proporcionalmente mayores" a lo aportado para aquellas personas cuyos salarios son inferiores al promedio, que son el 64,1%.
"Esto se traduce en que el incentivo para trabajar formalmente aumenta más cuando existe un Seguro Social con capitalización. Si bien este mismo efecto se genera en sentido opuesto para aquellas y aquellos trabajadores cuyos salarios son mayores al promedio, las tasas de informalidad son significativamente menores para las personas de altos ingresos, debido a que el costo de oportunidad de trabajar en el mercado informal para las y los trabajadores más productivos es mayor que para el resto. Con todo, el efecto neto sobre el empleo formal total es positivo", plantea.
6% a cuentas individuales
Otro foco del documento es el impacto macro de la reforma previsional como está propuesta versus destinar el 100% de la nueva cotización a las cuentas individuales de los afiliados, como proponen opositores al proyecto.
El resultado muestra que destinar la totalidad a capitalización individual incide en un menor crecimiento del PIB per cápita en comparación a la reforma (0,8%), aumento de stock de capital (2%), ahorro total (0,9% del PIB), consumo (0,6%), empleo formal agregado (-1,18%), empleo informal agregado (0,1%) y la masa salarial líquida (-2,5%).
"Ambas reformas tienen un impacto positivo en el PIB, stock de capital y consumo. Esto ocurre porque, en términos cualitativos, ambas aumentan el ahorro, lo que a su vez aumenta la inversión y con ello el stock de capital", señala el análisis.
La diferencia cuantitativa más relevante, dice, es respecto al empleo formal. "Si bien los efectos sobre la demanda y la oferta laboral son cualitativamente equivalentes en ambos casos, el Seguro Social amplifica, como se ha mencionado anteriormente, los incentivos a trabajar en la formalidad para personas con ingreso inferior al promedio", explica el documento de Hacienda.
Para justificar el efecto, Hacienda pone como ejemplo a dos personas idénticas en términos demográficos, de productividad laboral, densidad de cotización y nivel ingreso, ambas con ingreso inferior al promedio, donde la única diferencia es que una aporta el 6% al Seguro Social y la otra lo destina a capitalización individual.
La primera persona, dice el análisis, recibirá una pensión mayor en el futuro respecto de la persona cuyo 6% fue a un fondo de capitalización individual, debido a la "lógica" de seguro con que se distribuyen los recursos del Fondo Integrado de Pensiones.
"Así, el beneficio de trabajar en la formalidad para la primera persona es mayor, generando diferencias que son cuantitativamente relevantes y que, en suma, provocan un aumento en el empleo formal total respecto al caso de la capitalización individual" concluye el reporte.