El mercado laboral chileno sigue bajo presión. La tasa de desocupación se ubicó en 8,7% durante el trimestre septiembre-noviembre de 2023, de acuerdo con la información entregada por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE).
La cifra significó un incremento de 0,8 punto porcentual (pp.) en doce meses, debido a que el alza de la fuerza de trabajo (3,8%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,9%).
Por su parte, las personas desocupadas aumentaron (14%), incididas por quienes se encontraban cesantes (14%) y quienes buscan trabajo por primera vez (14,3%).
Respecto al mismo periodo del año anterior, las tasas de participación y de ocupación se situaron en 61,5% y 56,1%, creciendo 1,7 pp. y 1,0 pp., respectivamente.
Como contraparte, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 3,3%.
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9%, aumentando 0,3 pp. en el período, producto del ascenso de 5,1% de la fuerza de trabajo, mayor al 4,6% registrado por las mujeres ocupadas.
En tanto, las tasas de participación y ocupación se situaron en 52,2% y 47,5%, incrementándose 2,0 y 1,7 pp., respectivamente.
En los hombres, la tasa de desocupación fue de 8,5%, con un alza de 1,1 pp., a raíz del incremento de 2,8% de la fuerza de trabajo, mayor al de 1,6% registrado por los hombres ocupados. Por otro lado, la tasa de participación llegó a 71,2% y la tasa de ocupación se situó en 65,1%, con variaciones respectivas de 1,3 y 0,4 pp.
En doce meses, el ascenso de la población ocupada (2,9%) se fundamentó por actividades de salud (11,4%), industria manufacturera (7,2%) y administración pública (10,7%).
En el otro extremo, las principales disminuciones se presentaron en las ramas de construcción (-5,3%), hogares como empleadores (-12,5%) y actividades inmobiliarias (-19,6%).
Considerando la categoría ocupacional, las personas ocupadas fueron lideradas por asalariadas formales (3,0%), trabajadoras por cuenta propia (6,2%) y personas empleadoras (0,4%).
Los principales retrocesos se suscitaron en las categorías personal de servicio doméstico (-6,6%) y personas asalariadas informales (-0,7%).
La tasa de ocupación informal se ubicó en 27,5%, con un incremento de 0,2 pp. en un año. Las personas ocupadas informales crecieron 3,6%, incididas tanto por mujeres (6,8%) como por los hombres (1,0%); y según sector económico, debido principalmente a otras actividades de servicios (15,2%) y comercio (4,2%).
El efecto estacional
La desocupación que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural se situó en 9%, aumentando 0,1 pp. respecto al trimestre móvil anterior.
En doce meses, el volumen de trabajo -medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas-, ascendió 2,2%, en tanto que el promedio de horas trabajadas llegó a 37,4 horas, disminuyendo 0,9%.
Según género, el promedio de horas para los hombres fue 39,6 y para las mujeres, 34,6 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 16,3%, con un incremento de 0,5 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,7% y en ellas, en 18,4%. La brecha de género fue 3,7 pp.
La Metropolitana al alza
En la Región Metropolitana, la desocupación alcanzó un 9,7%, aumentando 1,0 pp. en doce meses.
En el mismo período, la estimación del total de la población ocupada creció 2,4%.
Según sector económico, industria manufacturera (15,2%), administración pública (22,0%) y transporte (8,9%) presentaron las mayores incidencias positivas en el aumento de la población ocupada.