Arturo Vidal regresó a Colo Colo para reforzar al “Cacique” esta temporada 2024, una incorporación tan valiosa como lo fue la de Iván Zamorano en diciembre de 2002, hace 21 años.
Lo de Bam Bam no fue un retorno, pues partió a Europa sin haber vestido la camiseta alba. Sin embargo, fue un sueño cumplido —tanto de él como de su padre— pues, al igual que Vidal, mantiene un profundo sentimiento por el club.
Esto quedó demostrado con una importante decisión que tomó el otrora goleador de la Selección Chilena antes de llegar al Monumental. Y es que a diferencia del “King”, cuyo retorno a Macul tambaleó por el aspecto económico, o como lo fue en su momento el regreso de Marcelo Salas a Universidad de Chile, que se cerró con cuantiosos números, Zamorano defendió la camiseta de Colo Colo sin sobrar un solo peso.
Así lo ratificó Juan Carlos Saffie, síndico de quiebra del “Cacique”. Recordar que por esos años el elenco Popular atravesaba por el difícil proceso de la bancarrota, cobrando aún más valor la llegada de quien fuera un astro a nivel mundial.
“No nos tuvimos que sentar a negociar, porque no había nada que negociar”, comenzó declarando Saffie a La Tercera, en relación a la operación para la llegada de Bam Bam.
El interventor recuerda que, dada la disposición del exdelantero, mientras ideaban fórmulas para hacerle un contrato, éste terminó siendo simbólico.
“Efectivamente, se le hizo contrato por el sueldo mínimo, pero nunca lo recibió. Ese dinero se quedaba en el club. Él me dijo claramente que no estaba dispuesto cobrarle al club al que tanto quería. Yo le respondí que no podía contratarle sin costo. Entonces se le hizo ese contrato por el sueldo mínimo, que, insisto, nunca cobró. Zamorano no cobró un peso por jugar en Colo Colo”, afirmó.
En su presentación, Zamorano aseguró que “es un sacrificio que tenía que hacer”, destacando que “Colo Colo para mí es un desafío, porque es algo que amo y vamos a tratar por todos los medios de seguir engrandeciendo a esta institución y llevarla al sitial que se merece en el fútbol sudamericano”.
“Él no quiso cobrar ni siquiera los excedentes. Nada. La gente habla una cantidad de barbaridades. En esa época, cada uno decía lo que se antojaba. El periodismo también. Yo me tuve que querellar contra tres periodistas”, recordó Saffie.
Pero, además de cómo fue su llegada, el responsable de administrar la continuidad de giro de los albos en la bancarrota también recordó el escándalo con el árbitro Carlos Chandía, hecho que detonó su retiro del fútbol debido a una dura sanción.
“Zamorano es un ser humano extraordinario. Se la jugó. Fue un hombre positivo para el camarín, para sus compañeros. Por eso me costó entender la actitud de (Carlos) Chandía, que no tuvo ninguna contemplación con él. Fue un error grave y se lo dije. Prácticamente no le hizo nada. Somos así. No hay ningún respeto por la gente que nos ha entregado algo. Iván lo vivió”, afirmó.
Recordar que el 6 de julio de 2003, Colo Colo perdió la final del Torneo de Apertura ante Cobreloa en Calama. Aquel día Zamorano fue expulsado por agredir a Chandía, pero una sanción que finalmente fue de 11 fechas adelantó el retiro del goleador.