Unas 160 personas, 90 de ellas menores, fueron detenidas el domingo tras incidentes violentos entre aficionados de fútbol, con decenas de heridos, en un partido de la Copa de Marruecos de fútbol en Rabat, informó la policía.
Los aficionados incriminados "fueron detenidos por su presunta implicación en actos de violencia, por posesión de arma blanca, lanzamiento de piedras con daños materiales e incendio de un vehículo", precisó la Dirección General de la Seguridad Nacional (DGSN) en un comunicado.
Al final de un partido de la Copa del Trono disputado en la capital, aficionados violentos del AS FAR, el club de las fuerzas armadas marroquíes, con sede en Rabat, eliminado por 2-0, invadieron el césped para pelar con los seguidores del Maghreb de Fes (MAS), según los medios locales.
Las fuerzas del orden, bombardeadas por los proyectiles, tuvieron que intervenir para detener la violencia.
La DGSN informó de 103 heridos en el seno de las fuerzas del orden y 57 entre los aficionados.
Duro castigo tras los incidentes
La policía marroquí mantiene a 67 personas detenidas, 17 de ellas menores, al día siguiente de los incidentes violentos que estallaron entre aficionados de fútbol en Rabat, indicó a la AFP una fuente del ámbito de la seguridad.
"Como consecuencia de la investigación que sigue su curso, la policía judicial de Rabat, por orden de la fiscalía, mantiene detenidos a 50 adultos y 17 menores", precisó esta fuente, añadiendo que todos serán presentados ante un juez al finalizar la investigación.
Por otro lado, la comisión disciplinaria de la Federación Marroquí de Fútbol, reunida el lunes, decidió que todos los partidos como local del AS FAR se disputen a puerta cerrada el resto de la temporada, y sus hinchas no podrán viajar a otros estadios.
También infligió una multa de 120.000 dirhams (más de 11.000 euros o 12.000 dólares) al equipo del ejército, que también deberá correr con los gastos de los daños materiales.
El equipo de Fes también fue castigado con dos partidos sin público y la misma multa de 120.000 dirhams.
Desde hace años, los estadios marroquíes son escenario de violencia entre seguidores, con frecuentes peleas entre los ultras de los dos grandes clubes de Casablanca, el Wydad y el Raja, también fuera de los estadios.
Tras la muerte de dos aficionados a comienzos de 2016, las autoridades disolvieron grupos de ultras para luchar contra el 'hooliganismo', llegando a impedir incluso la exhibición de cualquier símbolo distintivo (pancartas y banderas) en los estadios.
No obstante, las autoridades autorizaron el regreso de los ultras a los recintos en marzo de 2018.