Los jugadores y el equipo técnico del Barcelona tuvieron que retirarse rápidamente a los vestuarios, cuando algunos aficionados del Espanyol saltaron al campo molestos con las celebraciones azulgranas tras ganar el título de Liga, constató un periodista de AFP.
Tras ganar 4-2 en el campo del Espanyol, los jugadores del Barça empezaron a celebrar en el centro del campo haciendo un círculo cogidos por las manos, mientras su técnico Xavi Hernández, ya se había metido a la caseta por respeto al Espanyol.
"Era un momento muy emocional, los jugadores se han dejado llevar y no estábamos provocando a nadie, hubiéramos celebrado en cualquier estadio. Estábamos celebrando una Liga que para nosotros tiene mucha importancia", afirmó Xavi en rueda de prensa, pidiendo no dar más importancia a lo ocurrido.
Los jugadores azulgranas tuvieron entonces que correr hacia los vestuarios perseguidos por varias decenas de aficionados del Espanyol, molestos con los festejos de los azulgranas en el campo de su gran rival barcelonés.
Los jugadores pudieron meterse a los vestuarios sin ser alcanzados por los hinchas rivales, que fueron contenidos por la seguridad del RCDE Stadium y la policía.
Los aficionados se acercaron hasta la entrada de los vestuarios, donde la policía montó una barrera de escudos, mientras los hinchas fueron retirándose.