El Real Madrid perdió 2-1 contra el modesto Sheriff moldavo, este miércoles en el Santiago Bernabéu, manteniéndose el equipo de Tiraspol líder en solitario del grupo D.
El Sheriff abrió el marcador con un gol del uzbeko Jasurbek Yakhshiboev (25), pero Karim Benzema empató de penal (65), antes de que Sebastien Thill hiciera el 2-1 definitivo (89).
El Sheriff Tiraspol, perteneciente al territorio de Transnistria que no es reconocido como país por lo que juega en la primera categoría de la liga de Moldavia, alcanzó los seis puntos en dos partidos y es el único líder del grupo en el que también está el Inter de Milán y el Shaktar Donetsk.
La derrota mantiene al Real Madrid segundo de la llave con tres puntos, a tres de los moldavos, mientras cierran el grupo el Inter de Milán y el Shakhtar, con un punto cada uno, tras empatar 0-0 este miércoles.
El Real Madrid llevó el peso de partido frente al Sheriff, pero tendría que sufrir el gol para dar un paso más en su intensidad y poner acoso a la portería del meta Georgios Athanasiadis, convertido en el héroe de su equipo.
El Sheriff buscaba las salidas al contraataque por la izquierda con pases largos al brasileño Cristiano, que sirvió un centro al área rematado de cabeza por Yakhshiboev para hacer el 1-0 (25).
El tanto dejó frío al Bernabéu, pero sirvió para despertar al Real Madrid, que dio más velocidad a su juego y puso asedio al área rival, frente a un Sheriff cerró todavía más sus filas.
Tras la pausa, Eden Hazard obligó a estirarse a Athanasiadis (56).
Hazard fue uno de los hombres más desequilibrantes de los merengues en sus conexiones con Benzema y Vinicius, quien provocaría el penal del empate en una internada en el área cortada en falta por Addo.
La pena máxima la transformó Benzema (65) para equilibrar el encuentro, animando a los merengues, que aumentaron su acoso con la entrada en el campo de Modric, Kroos, Rodrygo y Jovic (66).
Los cambios sirvieron para que el Real Madrid ampliara el campo, llegando y probando desde todos los ámbitos del campo, tras pasar buena parte del encuentro tratando de llegar por dentro.
Pero, cuando mejor estaba el equipo merengue, el luxemburgués Sebastien Thill soltó un disparo desde la frontal poniendo el 2-1 definitivo.