Imágenes como las que verás a continuación suelen corresponder a algún partido del fútbol amateur. Sin embargo, esto ocurrió en la Primera División de Uruguay, en el empate 1-1 entre Progreso y Villa Española el lunes por la primera fecha del Clausura.
El segundo tiempo del partido comenzó con uno de los arcos vacíos. No fue por cambio ni porque el arquero estaba lejos de su zona, simplemente no estaba en la cancha.
El árbitro Esteban Ostojich, el mismo que dirigió la final de la última Copa América, ordenó el inicio de la segunda mitad sin corroborar la presencia de los arqueros y el complemento comenzó sin el meta de Progreso, Rodrigo Formento, quien aún se encontraba en el vestuario del equipo local.
Se alcanzaron a jugar cerca de 12 segundos antes de que el réferi se percatara de lo que estaba sucediendo, mientras el técnico de Progreso, Álvaro Fuerte, gritaba desesperadamente para alertar de la situación.
Finalmente, Formento, quien ingresó trotando desde el vestuario, ingresó a la cancha y el partido continuó con normalidad.
