El portero de Universidad de Chile Martín Parra retornó este viernes al Centro Deportivo Azul (CDA) tras la agresión sufrida el pasado 28 de septiembre en Valparaíso, durante el clásico universitario entre la U y la UC por Chile.
El duelo debió ser suspendido a los cinco minutos de juego, cuando Universidad Católica ganaba por la cuenta mínima, luego que desde la barra de los cruzados lanzaran a la cancha bengalas que afectaron al meta de 22 años, provocándole un trauma acústico agudo.
Parra recordó los hechos en una entrevista que compartió la U y señaló que “sentí como ese miedo en el momento de que me llegara algo en el cuerpo, ese fue el miedo que sentí y eso es lo que veo en las imágenes, que me deja un poco más tranquilo, que gracias a Dios fue solamente el tema del oído y ni una herida más en el cuerpo”.
“Yo me doy vuelta para reanudar el partido después del gol y siento que explota la primera y mi intención obviamente es altiro intentar correrme, porque pensé que iban a seguir cayendo más. Entonces ya después me di cuenta que siguen explotando dos más y ya me tiro al piso porque no me podía sostener de pie”, agregó sobre el momento exacto de la agresión.
Sobre el impacto que le generó esta situación, el portero manifestó que “los oídos altiro los sentí muy tapados, no escuchaba nada. Al momento que ya después me sentaron dentro de la cancha, seguía escuchando muy lejano, era una sensación que mi oído no estaba bien, y ya después cuando me entran al camarín yo seguía con el pito que todos conocen cuando se siente un ruido fuerte y ya después obviamente como que el oído se va destapando, pero sigue quedando como ese dolor de que hay algo raro dentro del oído”.
“Yo recuerdo llegar a la clínica en buenas condiciones, incluso me levanto, fui al baño, pero ya cuando me trasladan a la habitación donde me iba a quedar esa noche, las veces que me tenía que levantar al baño por necesidad obviamente, después la vuelta a la calma en la cama sentía mareos, dolor de cabeza, mucho, y eso se repitió como por tres-cuatro días en mi casa igual, que tenía que levantarme con cuidado, hacer las cosas mucho más lento, porque seguía sintiendo esos mareos y esos dolores de cabeza fuertes”, añadió.
Finalmente, reconoció que “en el momento no dimensioné tanto, fue más después en la clínica con los exámenes, que me dijeron que sí había un daño en el oído”.
En tanto, el portero lamentó sobre los incidentes que “en los últimos años se ha hecho norma, pero así no debería ser. Creo que hay que tener un poco más de cuidado en ese tipo de cosas, ponerle más ojo, no dejarlo pasar, porque son cosas que afectan mucho al jugador, en este caso a mí, y también a la familia”.
Parra volverá a entrenar de manera progresiva. Sin embargo, continúa bajo tratamiento por su oído afectado, el cual contempla inyecciones y exámenes una vez a la semana para ir evaluando.