El danés Christian Eriksen, que protagonizó uno de los impactos de la pasada Eurocopa al sufrir un paro cardiaco en pleno partido, espera poder disputar el Mundial de Qatar a finales de año, aseguró este martes a la televisión de su país.
"Quiero jugar al fútbol. No hay razón para no hacerlo", declaró el talentoso centrocampista en una entrevista que será difundida en su totalidad en los próximos días por la cadena pública DR.
"Mi objetivo es jugar el Mundial de Qatar. Puedo volver... después hace falta que me convoquen", añadió el futbolista de 29 años, que en diciembre rompió de mutuo acuerdo su contrato con el Inter de Milán al no aceptar las autoridades italianas que un futbolista profesional pueda jugar con un marcapasos.
"(Los médicos) Me dicen que estoy bien. Dicen que todo está OK. Que todo está estabilizado, por lo que tengo la impresión de que tengo la luz verde para poder volver a jugar al fútbol", añadió.
El exjugador del Tottenham sufrió un paro cardiaco el pasado 12 de junio en Copenhague en pleno partido con su selección frente a Finlandia.
La intervención de los servicios de emergencia en el estadio, que le aplicaron un masaje cardiaco sobre el césped, posibilitó que el jugador fuera reanimado tras desplomarse sobre el terreno de juego.
El futbolista pasó varios días en el hospital y los médicos le implantaron un marcapasos.
El caso provocó una gran conmoción en Dinamarca, donde es un ídolo, y en el seno de la propia selección danesa, que se repuso de lo ocurrido y alcanzó las semifinales del torneo.
Recientemente, Eriksen ha comenzado a entrenarse en las instalaciones del Odense, el club de su infancia, tanto físicamente como con el balón, aunque fuentes del club precisaron al diario danés B.T. que el futbolista no se está entrenando con el plantel profesional.