El domingo 23 de octubre a las 15:00 horas, Colo Colo puede ser campeón al jugar contra Coquimbo Unido. Sin embargo, los hinchas albos podrían quedarse sin pisar el estadio Francisco Sánchez Rumoroso. 

Ante los diversos hechos de violencia que se han vivido en los estadios durante el último tiempo, el alcalde de Coquimbo, Alí Manouchehri, pidió que este partido se lleve a cabo solo con público local. 

"Entiendo la importancia que significa el poder ser campeón con tu gente, pero hoy día los acontecimientos que se han dado nos muestran que no estamos en condiciones de poder recibir un evento de esta magnitud con hinchada visitante", manifestó el jefe comunal. 

Ante el escenario que enfrenta la visita de Colo Colo a Coquimbo Unido, Juan Cristóbal Guarello, realizó una dura crítica a la hinchada alba. 

"Todo esto no es una gratuidad por parte del alcalde. Está el tema de cómo se han portado las barras, sobre todo el último tiempo los equipos más grandes cada vez que salen de Santiago, tanto es así que el partido de la Copa Chile, que terminó recién entre Universidad Católica y Universidad de Chile se jugó sin público en Rancagua", manifestó. 

"Ante la situación de esta garra blanca 3.0 que hay ahora, que es la dispersión total, son un montón de piños, ya no hay ningún liderazgo. Es simplemente un grupo de gente con mucha delincuencia en común adentro. Seguir negando esto es una ceguera", indicó. 

"Mucha delincuencia en común. No los quieren porque siempre terminan causando una cantidad de problemas gigantescos. Pero se suma, además, al mal momento de Coquimbo Unido. No descendería la próxima fecha, pero está ahí a punto de caer", señaló.  

"Entonces el alcalde, ex jugador de fútbol de Coquimbo, que tuvo alguna pasada por Juan Pinto Durán en la época de Nelson Acosta, quiere que se juegue solo por público local. Qué terrible que tengamos que hablar de esto, pero esa es la realidad del fútbol chileno", afirmó. 

"Complicadísimo el momento que está viviendo el fútbol chileno en la actualidad. Yo te digo una cosa, algo he estudiado de esto. Esta trayectoria de fricción constante entre 'barristas' y la actividad, va a llegar un momento en que van a hacer una crisis total y uno de los dos va a perder mal. O van a salir los barristas del estadio, o la actividad va a quedar severamente afectada. No digo que sea de vida o muerte, porque el fútbol no va a morir, pero va a tener un problema enorme", aseveró. 

"Esto va a tener que terminarse en algún momento, no sé si por las buenas o por las malas, pero va a terminar mal porque no hay coexistencia posible en la manera en que un grupo de gente está afectado al fútbol profesional", complicó. 

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