El gobierno japonés confirmó el jueves su intención de imponer un nuevo estado de emergencia sanitaria mientras duren los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos dentro de dos semanas, y que podrían celebrarse con pocos o ningún espectador.
Los medios japoneses hablaron de la posibildiad de que la mayoría de las sedes olímpicas de Tokio y sus alrededores no tengan público.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, llegó el jueves a Japón, donde tiene previsto participar en una reunión sobre la cuestión de los espectadores con el comité organizador local, representantes del gobierno japonés y del municipio de Tokio.
En Japón, las medidas de emergencia contra el coronavirus son mucho menos estrictas que los confinamientos impuestos en otras partes del mundo, e incluyen limitar la venta de alcohol y obligar los bares y restaurantes a cerrar temprano.
Pero las restricciones también se dirigen a eventos culturales y deportivos, un tema clave a dos semanas de la inauguración de los Juegos, el 23 de julio.
"El número de nuevos casos sigue aumentando en Tokio", declaró el jueves Yasutoshi Nishimura, ministro japonés encargado de COVID-19.
"Con el aumento del movimiento de personas, la variante Delta, más infecciosa, representa ahora alrededor del 30% de los casos. Se espera que esta cifra siga aumentando", añadió.
Según Nishimura, el nuevo estado de emergencia sanitaria, que se hará oficial durante la jornada, durará hasta el 22 de agosto y establecerá un límite de 5.000 espectadores o el 50% del aforo de un recinto, la cifra que sea menor.
También se prohibirá el alcohol en los bares y restaurantes, que tendrán que cerrar a las 20h00 y los eventos como los conciertos tendrán que terminar a las 21h00.
"Esperamos contener la propagación de las infecciones poniendo a Tokio en estado de emergencia", dijo el ministro, señalando que las hospitalizaciones aumentaron entre las personas de entre 40 y 50 años.
Aunque el archipiélago japonés se vio relativamente poco afectado por la pandemia de covid-19, con unas 14.900 muertes registradas oficialmente desde principios de 2020, su programa de vacunación avanza muy lentamente.
Poco más del 15% de la población se ha vacunado por completo hasta ahora, y los expertos temen que la variante Delta pueda provocar una nueva ola que sature los hospitales de Japón, donde si impusieron varios estados de emergencia sanitaria desde 2020.