Italia selló el pleno de victorias en la primera fase de la Eurocopa, con un tercer victoria este domingo en Roma contra Gales (1-0), que terminó el partido con 10 jugadores pero también estará en octavos de final.
Roberto Mancini, en su 35º partido como seleccionador de los Azzurri, hizo historia para el fútbol italiano al igualar un récord de imbatibilidad que databa de más de 80 años: 30 partidos sin derrota (25 victorias, 5 empates) como el legendario Vittorio Pozzo entre 1935 y 1939.
Visto el rendimiento del equipo, parece improbable que el seleccionador, que no conoce la derrota desde septiembre de 2018, se conforme con lo logrado. Italia espera rival en octavos, pero sabe que jugará en Wembley contra el 2º del grupo C (Ucrania o Austria).
Los galeses, semifinalistas de la Eurocopa 2016, terminan segundos de grupo con 4 puntos.
En Italia había voces que abogaban por la derrota de Italia para finalizar segundos y esperar un camino más asequible hasta la final, pero estos 'Azzurri' demostraron que no es su estilo y permanecieron fieles a su entusiasmo y a la presión alta en el último partido de la Eurocopa en el Olímpico de Roma, donde había unos 400 aficionados galeses.
Marco Verratti, seis semanas después de su lesión en su rodilla derecha con el París SG, regresó a los terrenos de juego como titular con la 'Azzurra'.
El 'Pequeño Búho' formó en la medular junto a Jorginho y Matteo Pessina en un equipo con muchas rotaciones.
Mancini dejó en el banco a no menos de 8 titulares en el primer partido. El técnico renovó por completo su tridente ofensivo apostando por Federico Chiesa, Andrea Belotti y Federico Bernardeschi.
En defensa, sólo Leonardo Bonucci repitió (con el brazalete de capitán del lesionado Giorgio Chiellini), junto a Alessandro Bastoni en el eje, y con Rafael Toloi y Emerson en los constados.
El propio Verratti fue el encargado de poner en el primer palo del área un centro lateral que prolongó al fondo de la red el volante del Atalanta Pessina (39), un jugador que no figuraba en la primera nómina de 26, pero que fue repescado a raíz de la baja de Stefano Sensi. Un gol que reafirma las palabras de Mancini cuando afirma que dispone de "26 titulares".
Gales con un ojo en el Suiza-Turquía
La ventaja italiana al descanso era merecida, por su mayor posesión y su amplitud de recursos ofensivos, aunque mostraron algo menos de intensidad que en sus dos partidos precedentes, con una temperatura más elevada y una clasificación en el bolsillo.
El trío ofensivo sustituto no estuvo sin embargo acertado: Andrea Belotti, no encontró profundidad y cruzó en demasía el balón en su mejor ocasión (24). Federico Chiesa tampoco encontró portería (29). Y Federico Brenardeschi estrelló un balón en el poste de lanzamiento de falta envenenado en el 53.
Gales, que sólo necesitaba un punto para sellar la clasificación sin depender del resultado de Suiza, apenas inquietó a Gianluigi Donnarumma, aunque el defensor Chris Gunter estrelló un remate de cabeza en la madera (27).
Aaron Ramsey desperdició una buena ocasión en uno de los pocos desajustes de la defensa italiana (54). Justo antes de que Ethan Ampadu dejase con 10 a su equipo por una entrada al tobillo de un rival italiano (55).
Lo que no impidió a Gareth Bale tener en sus pies el empate, pero su volea se perdió muy desviada (75), lo que permitió a Italia sumar un undécimo partido sin recibir goles.
A los galeses no les quedaba más que aguantar el resultado y esperar que Suiza no incrementase la cuenta contra Turquía. Ambas premisas se cumplieron y Gales estará en octavos.