Las imágenes de Harry Kane y Son Heung-Min desplomados en la cancha dieron la vuelta al mundo.
Corresponden a uno de los recientes entrenamientos del Tottenham, en medio de su pretemporada en Corea del Sur, y dan cuenta del exigente trabajo al que el técnico Antonio Conte somete a sus jugadores.
La dura práctica se extendió por más de dos horas y con una temperatura por sobre los 30 grados, con mucha humedad. En ese escenario, el italiano ordenó a los futbolistas recorrer la cancha a lo largo 42 veces.
El delantero inglés fue el primero en abandonar. Incluso necesitó asistencia luego de vomitar en el borde del terreno de juego. Poco después, el surcoreano replicó la escena.