Universidad de Chile presentó oficialmente este jueves a dos más de sus refuerzos, el volante Felipe Seymour y el defensa boliviano José María Carrasco, quienes se suman al portero Hernán Galindez, el extremo Jeisson Vargas y el delantero Ronnie Fernández.
Seymour, quien regresa desde O’Higgins a la U para vivir su tercer ciclo de azul, tras los periodos entre 2006 y 2011 y más tarde entre 2017 y 2018, señaló en conferencia de prensa que “estoy ilusionado de ser parte y estar a la altura. Es una responsabilidad grande, pero con muchas ganas de empezar. Estos días han sido increíbles con el recibimiento y cariño de las tías de la cocina, del aseo, la gente que trabaja en el club”.
“Estoy muy agradecido de la gente que me ha hecho sentir su apoyo. Valoro el cariño de la gente que me conoce, de la gente del club. Respeto cada opinión y cada crítica constructiva”, agregó.
Acerca de su retorno, manifestó que “estoy muy entusiasmado, contento, no sólo de volver a la U, sino por este proyecto y este cambio institucional. Recuperar la mística y el sello que hace grande a la U. Es un proyecto ambicioso y una tremenda responsabilidad”.
Finalmente, sobre la posibilidad de llevar la jineta esta temporada, reconoció que “hoy hay una importancia no solamente en la capitanía o quién será el capitán. Encontrar nuevos referentes y nuevos líderes es lo que va a hacer a este camarín diferente y en eso estamos trabajando. Los nombres se darán en su minuto”.
Por su parte, el zaguero boliviano de 24 años destacó que “es un privilegio, un orgullo, llegar a una institución tan grande como la U. Lo tomo con responsabilidad de llevar a la U a los lugares que se merece. El deseo de cada uno es devolver a la U a lo más alto”.
Acerca de su situación física, considerando que en el 2021 sólo jugó un partido con Independiente del Valle debido a una lesión en la rodilla –27 de febrero– y que éste fue la última vez que entró a la cancha, por lo que lleva casi un año sin jugar, aseguró que “hoy todas las pruebas determinaron que estoy muy bien”.
“Si no hubiera estado física y mentalmente a la altura, no estaría acá. Para mí es un desafío personal y futbolístico. Luis (Roggiero) creyó en mí, en que estoy capacitado”, agregó.
“Hoy estoy enfocado netamente en lo que es la U. Me he encontrado un grupo bastante sano y me han hecho sentir bien desde el primer día”, cerró.