Más de cinco años ya han pasado del accidente del Chapecoense que dejó un total de 71 de muertos, entre ellos, 19 futbolistas del equipo. Aún así, los coletazos de la tragedia continúan.
Esta semana se dio a conocer el duro enfrentamiento judicial que el club vive con Alan Ruschel, ex jugador del equipo y uno de los tres futbolistas que sobrevivió al accidente. Es más, de esos tres es también el único que pudo seguir con su carrera tras el hecho.
En el litigio donde el ahora futbolista del América Mineiro pide que el equipo salde una deuda que mantiene con él, el club aseguró que Ruschel no es una víctima del accidente: "Hay que señalar que el reclamante no fue víctima de un accidente, al contrario, fue un sobreviviente, bendecido por la fuerza divina y, entre los directamente vinculados al fútbol, el único que continúa desarrollando actividades de manera idéntica al período anterior", asegura la defensa del equipo.
"Efectivamente, el accidente le dio notoriedad al reclamante y apalancó sus ganancias, con solo revisar el historial en su ficha de trabajo, su imagen aumentó y ganó notoriedad mundial", agregó.
La situación ha generado polémica en Brasil, ya que Ruschel tuvo una grave lesión en la espalda tras el accidente que incluso puso en duda que volviera a caminar en un primer momento. Eso, sin contar haber tenido que lidiar con la muerte de casi todos sus compañeros.
El mismo futbolista de 32 años se enteró de estos dichos y respondió con dureza: "Están siendo frívolos y no están preparados para manejar un asunto tan importante. Mi vida necesitaba continuar, pero eso no quita responsabilidad al club", aseguró según consignó Olé.
"Solo yo sé los traumas que llevo conmigo, el esfuerzo, la lucha por volver a jugar. Hoy tengo ocho tornillos en la espalda, no quiero victimizarme, solo dejar clara esta situación. Afirmar que mi vida siguió con normalidad es absurdo, no solo para mí, sino también para las familias de las víctimas del accidente", sentenció.