El enfermero Ricardo Omar Almirón, una de las últimas personas que vio con vida al ídolo deportivo Diego Maradona, comenzó a declarar ante la fiscalía argentina como sospechoso de "homicidio simple con dolo eventual" del astro.
Almirón, de 37 años, era el cuidador nocturno de Maradona y la fiscalía sospecha que mintió al afirmar que el ex capitán de la selección argentina dormía y respiraba con normalidad pocas horas antes del fallecimiento, cuando la autopsia reveló que agonizaba.
Almirón ingresó después del mediodía a la sede de la fiscalía de San Isidro, en las afueras de Buenos Aires, junto con su abogado. Se trata del primero en brindar declaración ante la fiscalía de un grupo de siete personas que incluye también a sus médicos.
Maradona, convertido en leyenda del fútbol mundial, murió el 25 de noviembre de 2020 de una crisis cardiorrespiratoria, a los 60 años, mientras estaba solo en su lecho de convaleciente de una neurocirugía y otras dolencias, en una residencia del barrio privado San Andrés, al norte de Buenos Aires.
Los fiscales rechazaron calificar al deceso de "hecho culposo o involuntario", algo que implicaría "negligencia o imprudencia", sino que lo catalogaron como "dolo eventual", al detectar "falsedades" en los reportes sobre el estado de salud. Los acusadores consideraron que los médicos y cuidadores no cumplieron su deber con Maradona "a sabiendas de su delicada situación y con conocimiento de que muy probablemente tal omisión llevaría al desenlace fatal que finalmente ocurrió".
La pena es de ocho a 25 años de prisión. Antes del inicio de la audiencia, Jana Maradona, una de las hijas del astro del fútbol, se presentó en la fiscalía de San Isidro, aunque no hizo ninguna declaración