A horas de los vergonzosos hechos de violencia que obligaron a suspender el partido entre Universidad de Chile y Universidad Católica por Copa Chile, los organizadores del torneo resolvieron qué pasará con el encuentro y la clasificación a la semifinal.

El partido comenzó el miércoles por la tarde y cuando transcurrian sólo unos minutos, cayeron unas bombas de estruendo desde la barra de la UC que impactaron cerca del arquero de la U, Martín Parra dejándolo con un trauma acústico.

Tras una reunión de emergencia, el Directorio de la Federación de Fútbol de Chile (FFCH) resolvió que el partido se terminará de jugar.

"El Directorio de la Federación de Fútbol de Chile (FFCH) ha decidido, en sesión extraordinaria realizada este jueves 29 de septiembre, que el partido válido por los cuartos de final vuelta de la Copa Chile Easy entre Universidad Católica y Universidad de Chile, sea reprogramado para jugar los minutos restantes (84'), en un estadio y fecha a definir. Este encuentro se disputará sin público", expone el comunicado.

Al momento de la suspensión el encuentro llevaba 5 minutos de juego y la UC se imponía por un gol a cero, mientras que Universidad de Chile había ganado el duelo de ida por 1-0.

La Universidad de Chile pedía que se le entregaran los puntos del partido y de paso la clasificación a la ronda de cuatro, pero finalmente el castigo a la UC -que era local en el partido- será terminar su participar en el campeonato sin público.

Estado de Martín Parra

Desde la Universidad de Chile informaron que Martín Parra fue "afectado severamente por el lanzamiento de guegos de artificio" y que tuvo que ser atendido de urgencia por un trauma acústico severo.

Nuestra principal preocupación ahora es el estado de salud de nuestro arquero, para tranquilidad de su familia, compañeros de equipo y cuerpo técnico, quienes se han visto notoriamente golpeados por este hecho inaceptable", dijeron en un comunicado.

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