China realizó un llamado este martes a no "politizar" y a no "exagerar" el caso Peng Shuai, en una inusual reacción oficial a las acusaciones de relación sexual "forzada" lanzadas por la tenista hacia un antiguo responsable del régimen.
La deportista de 35 años, campeona de dobles en Roland Garros en 2014, había publicado a comienzos de noviembre en la red social china Weibo un largo mensaje sobre su relación con el antiguo vice primer ministro Zhang Gaoli, 40 años mayor que ella.
En ese texto con el formato de carta abierta, Shuai daba rienda suelta a sus sentimientos hacia el exdirigente, retirado desde 2018. En el texto le reprochaba especialmente haberla forzado a mantener una relación sexual tres años atrás.
Hasta ahora, el ministerio chino de Asuntos Exteriores rechazaba cualquier comentario sobre el caso, afirmando que no incumbía al ámbito diplomático.
Preguntado de nuevo el martes sobre el impacto de la polémica en la imagen de China, un portavoz, Zhao Lijian, reaccionó escuetamente en un encuentro con la prensa.
"Pienso que algunos tienen que dejar de exagerar de manera deliberada y con malevolencia y dejar de politizar este asunto", declaró.
Zhao no dio detalles sobre a quién se dirigía con sus afirmaciones.
Numerosos tenistas de renombre mundial, desde Chris Evert a Novak Djokovic, y varios países occidentales pidieron a China que diera detalles sobre el paradero de la deportista y su estado de salud.
Escepticismo en la WTA
Luego de la censura de su mensaje a comienzos de noviembre, la campeona no había vuelto a aparecer públicamente, lo que alimentó la preocupación sobre su situación.
Shuai reapareció finalmente el pasado fin de semana en un restaurante en Beijing y en un torneo de tenis disputado en la capital china, según videos publicados por medios oficiales.
El domingo dialogó por videoconferencia con el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, garantizando que se encontraba "sana y salva", pero que le gustaría que su vida privada "fuese respetada".
La WTA, organismo que dirige el circuito profesional de tenis femenino, se mostró sin embargo escéptica.
"Estuvo bien ver a Peng Shuai en videos recientemente, pero no atenúan ni responden a la preocupación de la WTA en relación a su bienestar y a su capacidad para comunicarse sin censura ni coerción", indicó el lunes la organización en un comunicado.
"Este video no cambia nada en nuestro llamamiento a una investigación exhaustiva, justa y transparente, sin censura, sobre las acusaciones de agresión sexual".
La WTA amenaza con retirar a China del circuito de torneo si las autoridades chinas no arrojan luz sobre las acusaciones de la tenista.
Ping-pong y billar
Perpleja tras la videoconferencia de Thomas Bach con Peng Shuai, la asociación Human Rights Watch (HRW) acusó al COI de "colaboración activa" con Beijing.
"El COI parece conceder más importancia a su relación con un país que viola los derechos humanos que a los derechos y a la seguridad de deportistas olímpicos", indicó en un comunicado la organización con sede en Nueva York.
En su mensaje, Peng Shuai evocaba asimismo sus sentimientos hacia Zhang Gaoli, sus "personalidades complementarias", sus partidas de ping-pong o de billar.
Pero le reprochaba también haberla llevado a una relación amorosa tóxica, con una cohabitación incómoda con su mujer y una historia oculta a la gente, ya que la vida privada de los dirigentes es tabú en China.
Ambos fueron amantes hasta una disputa unos días antes del inicio del caso, según las palabras de la tenista.
Zhang Gaoli, de 75 años, era hasta comienzos de 2018 miembro del comité permanente del Buró Político del Partido Comunista, y por ello uno de los siete hombres oficialmente más poderosos del país.
La mayoría de los chinos no están al tanto del caso, ya que está censurado en los medios y en las redes sociales de China.