El multitudinario festejo de la Selección Argentina este martes en Buenos Aires no pudo concluir como estaba previsto y los jugadores debieron abandonar el recorrido en helicópteros.
Los campeones del mundo debían llegar en bus hasta el sector del Obelisco, pero la gigantesca aglomeración hizo imposible que continuaran por tierra y acabaron saludando a los fanáticos desde el aire junto a la copa.
Sin embargo, en casi cinco horas de un muy lento recorrido, también se registraron algunos accidentes, como el de un fanático que cayó desde un puente cuando intentaba lanzarse al bus donde iban los jugadores.
La caravana había partido poco antes del mediodía desde el predio de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), en Ezeiza, periferia de Buenos Aires, y se proponía llegar al céntrico Obelisco, en la avenida 9 de Julio, lugar de celebración por excelencia.
Pero tras casi seis horas los jugadores con la copa tuvieron que renunciar a ese objetivo y subir a los helicópteros con los que sobrevolaron la ciudad.