El delantero uruguayo Luis Suárez descartó este jueves que tenga que "pedir perdón" por su acción hace doce años, en Sudáfrica 2010, en la que impidió con sus manos un gol de Ghana en el último minuto de la prórroga que le deba la victoria y el pase a semifinales al elenco africano.
"No tengo que pedir perdón, porque yo paré el balón con mis manos y cometí penal, pero fue el jugador de Ghana el que erró el penal. No yo", respondió el “Pistolero” en conferencia de prensa en Doha en un inglés prolijo, sobre la recordada jugada en aquel partido de cuartos de final de Sudáfrica 2010.
Suárez explicó que "pediría perdón si le hago una falta a un rival y lo lastimo y por ello recibo una tarjeta roja".
"Pero no por aquella acción, en la que fui expulsado y el árbitro pitó el penal", recordó el máximo goleador histórico de la Celeste, de 35 años y que disputa su cuarto mundial.
El ex goleador del Liverpool, Barcelona y Atlético de Madrid, entre otros, reiteró que no era su "culpa" porque "yo no fallé el penal".
"No tengo ninguna responsabilidad de que (Asamoah Gyan) haya errado el penal", afirmó.
El 2 de julio de 2010, en el estadio Soccer City, en Johannesubrgo, en un partido cargado de dramatismo y emoción, Uruguay venció por penales a Ghana por 4-2, tras empate a uno en los 120 minutos.
Las Estrellas Negras pudieron ganar en el último minuto del alargue con un cabezazo que se metía, pero Suárez evitó la caída de la valla charrúa con sus manos.
El Diablo
El Pistolero fue expulsado y Ghana tuvo la victoria en los pies de Asamoah Gyan, pero su penal rebotó en el travesaño.
La serie se fue a la definición desde los doce pasos, donde el Loco Abreu remató el penal decisivo picándola a lo Panenka para locura de los uruguayos y desazón de toda África.
Descartó también haberse puesto "a pensar que es una revancha", el partido de este viernes entre la Celeste y el combinado africano, en el que está en juego el segundo cupo del Grupo H a octavos de final de Catar 2022.
Algunos jugadores de la selección africana han dicho que querían vengarse de Suárez, a quien en ese país muchos lo consideran el Diablo por lo hecho en el partido en Sudáfrica 2010.
"Pensar que es revancha... algunos de ellos tenían ocho años o doce años en esa época, lo vieron en imágenes. No puedes vivir pensando en el pasado", afirmó Suárez.