Argentina y Croacia disputan este martes la primera semifinal del Mundial de Catar 2022, a las 16:00 horas de nuestro país en el Estadio de Lusail, Municipalidad de Al Daayen, con transmisión de Canal 13 (a partir de las 15:00).
En el elenco europeo, actuales subcampeones del mundo, destaca la figura de Luka Modric, quien además fue elegido el Mejor Jugador en Rusia 2018.
El capitán croata, pieza clave del Real Madrid desde 2012, sigue siendo trascendental a sus 37 años. Pero pocos conocen la compleja historia que a su corta edad le tocó vivir.
De niño tuvo que huir de las masacres cometidas en la guerra de la independencia de Croacia (1991-1995), cuando Modric sólo tenía entre seis y diez años. “El fútbol permitía evadirnos de todo lo que pasaba alrededor”, recuerda el mediocampista en la serie Captains.
Sus cercanos cuentan que de niño jugaba en el asfalto delante del hotel de Zadar donde la familia había encontrado refugio. "Cuando miro las fotos de pequeño, en todas estoy con un balón", comentó.
De este periodo, Modric guarda una profunda herida. La muerte de su abuelo, que se llamaba igual que él y con quien, según cuenta, pasaba los días en las montañas que custodian la costa dálmata. "Me entristece que no haya podido ver al menos una parte de lo que he logrado", afirmó.
Sin embargo, estas vivencias forjaron su carácter desde la niñez, algo en lo que coinciden sus compañeros tanto de Rusia 2018 –Demagoj Vida, Dejan Lovren, Ivan Perisic– como la nueva generación.
“Luka no necesita gritar para que le escuchemos”, resume el delantero Andrej Kramaric. "Ver a gente como Luka Modric correr y morir sobre un terreno de juego da a los jóvenes una energía suplementaria", añade el lateral Josip Juranovic.
Croacia buscará este martes meterse nuevamente en la final de un Mundial –de manera consecutiva– para poder levantar por primera vez en su historia el trofeo más codiciado a nivel de selecciones.