Un hecho poco visto en los mundiales de fútbol se registró cuando comenzaba el segundo tiempo del partido entre Suiza y Camerún. Breel Embolo marcó el primer gol y no quiso celebrarlo.
Esto se debe a que Embolo, que tiene 25 años y juega en el Mónaco, nació en territorio de Camerún y cuando tenía cuatro años se mudó a Suiza. Ya en la previa del partido había prometido que no celebraría una eventual conquista.
El vínculo de Embolo con su país natal es tan fuerte que incluso vacaciona con alguno de los seleccionados del país africano.
Una vez que Embolo abrió el marcador ante Camerún, simplemente se quedó parado frente al arco y sus compañeros suizos se apuraron en rodearlo en un abrazo grupal que le dio la contención. Una de las imágenes más emotivas de lo que va de mundial.