No pasaba desde hacía más de un siglo.

Una increíble final olímpica de salto de altura en Tokyo 2020 terminó con Mutaz Essa Barshim de Qatar y Gianmarco Tamberi de Italia obteniendo medallas de oro.

Después de una competencia agotadora de dos horas, ambos quedaron empatados. Pero en un momento de nobleza competitiva, acordaron compartir el título, lo que provocó grandes celebraciones.

Tanto Barshim, de 30 años, como Tamberi, de 29, finalizaron con saltos de 2,37 metros y no tuvieron intentos fallidos hasta que quisieron superar los 2,39.

Después de tres fracasos cada uno a esa altura, un oficial olímpico primero les ofreció un desempate para decidir el ganador.

"¿Podemos tener dos oros?", preguntó Barshim.

El oficial asintió y los dos atletas se dieron la mano y gritaron de alegría.

"Lo miro, él me mira y lo sabemos. Simplemente nos miramos y sabemos, eso es todo", dijo Barshim.

"Es uno de mis mejores amigos, no solo en la pista, sino fuera de la pista. Trabajamos juntos. Este es un sueño hecho realidad. Es el verdadero espíritu, el espíritu deportista, y estamos aquí transmitiendo este mensaje", añadió.

Histórico

Ambos hicieron historia: fue el primer podio olímpico conjunto en atletismo desde 1912.

Maksim Nedasekau de Bielorrusia se llevó el bronce, también saltó a 2,37 metros, pero tuvo más intentos fallidos en toda la competición.

Tamberi y Barshim se abrazaron antes de empezar a correr para celebrar con sus entrenadores y compañeros de equipo, flameando sus respectivas banderas.

Barshim puede agregar la medalla de oro a sus consecutivos títulos mundiales y es el ganador de la segunda medalla de oro olímpica de Qatar, después de que el levantador de pesas Fares Elbakh ganó la primera el sábado en la categoría masculina de 96 kg.

Tamberi todavía estaba celebrando en la pista cuando su compatriota Lamont Marcell Jacobs corrió a sus brazos, tras su sorpresiva victoria en la final masculina de los 100 metros.

Tamberi y Barshim tuvieron que superar graves lesiones en sus carreras, pero este último dice que los sacrificios valieron la pena.

"Es asombroso. Este es un sueño del que no quiero despertar", dijo.

"He pasado por mucho. Fueron cinco años que he estado esperando, con lesiones y muchos contratiempos. Pero hoy estamos aquí compartiendo este momento y todos los sacrificios. Realmente vale la pena ahora, en este momento", analizó.

Tamberi tuvo que tomarse un tiempo para recuperarse de una lesión que amenazó su carrera y que lo eliminó de Río 2016.

"Después de mis lesiones, solo quería volver, pero ahora tengo este oro, es increíble. Soñé con esto tantas veces", dijo el italiano.

"Me dijeron en 2016, justo antes de Río, que existía el riesgo de que no pudiera competir más. Ha sido un largo viaje", añadió.

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