Un hecho preocupante e insólito se vivió durante la tarde del martes en Abyán, Costa de Marfil, donde se estaba disputando un partido por las clasificatorias a la Copa Africana de Naciones. Allí el árbitro del duelo entre el local y Etiopía sufrió un malestar físico, que lo obligó a abandonar el partido, que se terminó anticipadamente.
El duelo era válido por la última fecha del Grupo K y tenía a ambos equipos clasificando al torneo más importante de África. El partido lo estaba ganando por 3 a 1 Costa de Marfil, cuando al minuto 35 del segundo tiempo el árbitro ghanés Charles Bulu comenzó a sentir un malestar que le impidió seguir con el juego.
Los futbolistas de ambos países lo incitaron a que se tendiera en el pasto y pidiera atención médica, sin embargo, él pretendía salir de la cancha caminando por sus propios medios.
Los equipos de salud de ambos países ingresaron a la cancha y atendieron al réferi, quien finalmente se tendió y fue subido a la camilla, donde sufrió un desmayo producto de un golpe de calor.
El árbitro de 34 años fue llevado a un centro asistencial, donde fue estabilizado después de algunos minutos, mientras que el partido, al que le faltaban diez minutos reglamentarios más el agregado no pudo continuar porque el cuarto árbitro era de nacionalidad marfileña y no podía dirigir a la selección de su propio país.
De todos modos, el que no se haya podido terminar el partido no afectó al torneo porque ambos equipos clasificaron a la Copa Africana de Naciones que se va a disputar en 2022, en Camerún.
Las cosas habrían sido distintas si Madagascar le hubiese ganado a Niger, en el otro partido válido por el Grupo K porque, en ese caso, le podría haber quitado la clasificación a Etiopía, sin embargo, el resultado fue 0 a 0 y los etíopes quedaron en 9 puntos con la derrota y Madagascar solo llegó a 8 con el empate.