Cuando a Ronaldinho se le comenzaban a cerrar los espacios en su vida, el ex crack del FC Barcelona les hizo un 'látigo' y anotó un golazo.
El ex futbolista brasileño, ídolo de una generación que creció viéndolo jugar con la pelota al más alto nivel, estuvo preso cinco meses en Paraguay por un caso de pasaportes falsos.
en la cárcel jamás dejó su carácter de celebridad: recibía visitas, le enseñó a otros reclusos a jugar futvóley, tenía celular y televisión en su celda, e incluso ganó un cerdo de 15 kilos luego de coronarse campeón del torneo de fútbol celebrado en la prisión.
El campeón del mundo con Brasil en Corea-Japón 2002 alcanzó la libertad después de 171 días al pagar una fianza que superaba, en pesos chilenos, los $131 millones. Más allá del dinero, las dudas y el miedo en su entorno tenían que ver con si el delantero de la sonrisa eterna podría darle la vuelta a su mala racha y no ser considerado, desde allí, como un personaje negativo.
Pero nada de eso.
Para las marcas y la sociedad brasileña, el Ronaldinho que estuvo en la cárcel fue el mismo Ronaldinho de siempre, querido por los niños y por todos esos compatriotas a quienes hizo felices a través del fútbol.
Para impulsar los trabajos de remodelación del estadio de Atlético Mineiro, equipo con el que fue campeón de la Copa Libertadores en 2012, una empresa de Minas Gerais contrató sus servicios como rostro publicitario.
Lanzó un vino llamado "De campeones" y su propia firma de ginebra, bautizada como "R-One"; también creó el videojuego "R10 Team", sin dejar de publicitar el FIFA y el PES, los dos más grandes del fútbol dentro del mundo gamer.
De acuerdo a Clarín, entre proyectos y contratos, se estima que Ronaldinho ganó más de $658 millones. Y todavía quiere hacer una película.