En una polémica se convirtieron las declaraciones dadas por el medallista Feyisa Lilesa, quien obtuvo la medalla de plata en la maratón masculina.
El atleta informó en la conferencia de prensa que si volvía a su país lo iban a matar a él y a su familia.
“Si vuelvo a Etiopía después de esto, el gobierno me matará a mí y a mi familia o me mandarán preso”, dijo el deportista, quien realizó una señal de apoyo a la tribu Oromo, que es a la que pertenece, al llegar a la meta en los JJ.OO.
El maratonista llegó con los brazos cruzados a la meta, gesto que realizó para dar a entender que estaba preso, consigno Bío Bío.
“Realicé ese gesto por la actitud del gobierno de mi país contra los Oromos. Desde hace nueve meses, un millar de personas han resultado muertas“, explicó Lilesa.
El deportista informó que su etnia se levantó contra el gobierno etíope a fines del año 2015, después de unos casos de expropiación de tierras que se produjeron posterior a que las autoridades aprobaran un plan urbanístico que amenazaba las tierras de cultivos de los Orono. Por lo que Lilesa hizo un llamado de ayuda.
“Dónde está la ayuda para mi pueblo, no la veo. Si vuelvo allí no me irá bien, estoy seguro“, afirmó el atleta, quien además añadió que “es muy peligroso vivir en mi país. Tal vez tenga que ir a otro”.
Otros grupos, como los Amhara, se unieron a estas protestas, que según las ong’s dejaron decenas de manifestantes muertos en las regiones de Oromía y Amhara, en el sur del país.