AFP
Nueva Zelanda cumplió los pronósticos y se clasificó a semifinales del Mundial de Rugby humillando a Francia por 62-13, este sábado en Cardiff, con nueve tries, tres de ellos de Julian Savea, y se medirá en la siguiente ronda a Sudáfrica que venció a Gales por 23-19 en Twickenham.
La ventaja de 49 puntos es la mayor de la historia en un partido de cuartos de final de un Mundial, que hasta ahora estaba en poder de Sudáfrica cuando ganó a Samoa en 1995 por 28 de diferencia (42-14).
El técnico de la selección francesa, Philippe Saint André, fue abucheado por los aficionados galos, que eran mayoría en las gradas del Millennium Stadium.
Saint André tiene el peor balance de un técnico francés en los últimos 25 años, con 20 victorias y 23 derrotas.
Nueva Zelanda dominaba en el descanso por 29-13, con cuatro tries de Brodie Retallick (11), Nehe Milner-Skudder (23) y dos de Julian Savea (29 y 38), por uno de Francia, de Louis Picamoles (36).
Los All Blacks sumarían cinco más en la segunda mitad, por medio de Jerome Kaino (50), el tercero de Savea (59), designado mejor jugador del partido, Kieran Read (64) y dos de Tawera Kerr Barlow (68 y 71).
El apertura Dan Carter sumó diecisiete puntos, con siete conversiones y un penal, fallando dos veces en sus patadas a los palos, alargando su récord mundial en partidos internacionales a 1.569.
Nueva Zelanda, con esta amplia victoria, acabó con los fantasmas que le perseguían con Francia, que le había derrotado en semifinales del Mundial de 1999 en Twickenham (43-31) y en cuartos de final del torneo en 2007 en Cardiff (20-18).
Los All Blacks habían pasado también muchos apuros para derrotar a los Bleus, que vistieron de rojo en este partido, en la final del último Mundial en Nueva Zelanda (8-7).
Todas esos malos recuerdos fueron enterrados con una victoria convincente y su pase a semifinales, donde los All Blacks se verán las caras con los Springboks, bicampeones mundiales, el próximo sábado en Twickenham.