AFP
Miles de fanáticos con camisetas oro-púrpura de Los Angeles Lakers se aglomeraron frente a la arena Staples Center en espera de poder atisbar, aunque sea de refilón, a su astro Kobe Bryant, quien juega la noche de este miércoles el último partido en 20 años de carrera en la NBA.
Vestidos con camisetas y sudaderas de los Lakers, con el número 24 del astro Bryant, los aficionados coreaban el nombre de Kobe, horas antes de que inicie el partido en el Staples Center contra los Utah Jazz.
Aquellos que no pudieron pagar los excesivos precios de entrada -que han alcanzado promedios de hasta 1.000 dólares- se contentaban con merodear fuera de la instalación en espera de ver a su ídolo o a cualquiera del más de centenar de estrellas del espectáculo y los deportes que fueron invitados a este partido de despedida.
"No tengo un boleto pero quiero sentir la vibración, voy a permanecer durante toda la noche. Con suerte, voy a ver el partido en una televisión portátil", dijo Antonio, residente de Pasadena, de 26 años de edad.
"Tenía muchas ganas de estar aquí, estoy triste, siento como si mis años de adolescente se hubieran terminado. Todavía recuerdo cuando ganamos la final de 2000. Toda mi familia se volvió loca", añadió.
Desde muy temprano, cientos de fanáticos abarrotaron las tiendas deportivas de los alrededores del Staples Center para comprar todo tipo de souvenir del legendario Bryant.
Las camisetas Lakers con el nombre y número de Bryant oscilan entre los 100 y 200 dólares, y también hay chaquetas de 3.000 dólares y una gorra especial para la ocasión, con el número 24 estampado en oro de 24 quilates, por un valor de 38.000 dólares.
"Ya hemos vendido dos cachuchas (gorras), y más de 100 chamarras (chaquetas). Esperamos agotar las existencias antes de que acabe el juego", dijo a la TV local una empleada de la tienda instalada en el interior del Staples Center, la arena que comparten los Lakers y Los Angeles Clippers.
El cariño del pueblo
Kobe Bryant no sólo se ha ganado el corazón de los aficionados de Los Angeles por su entrega en las canchas y a la causa Lakers, sino por sus obras humanitarias en ayuda a los más necesitados, cosas de las que el jugador no habla con frecuencia.
Junto con su esposa Vanessa, de ascendencia mexicana, mantiene la Kobe & Vanessa Bryant Family Foundation (KVFF), dedicada a mejorar la vida de los jóvenes y familias necesitadas, tanto a nivel nacional como globalmente.
También trabaja con organizaciones que apoyan el estudio después de la escuela (After School All Stars) y de apoyo a las personas afectadas con cáncer (Stand Up To Cancer) y otras fundaciones de caridad.
"Vine aquí para celebrar a un jugador increíble; es emocionante ser testigo de la historia. Por suerte, me he comprado este billete al principio de la temporada sin saber que será el último partido de Kobe", expersó Logan, de 35 años de edad.
"Nadie ha dado su alma y corazón a los Lakers como lo hizo Kobe, que es un guerrero. Lo conocemos desde hace 20 años, es como un miembro de la familia. Por eso decidimos gastar 3.000 dólares en dos entradas. Nos ha dado tanto, que vale la pena acompañarlo en este momento", dijo Miguel, que acompañado de su esposa espera en una larga fila para ingresar a la instalación.
Los que no tienen esa cantidad de dinero, como Andrea, un estudiante italiano en la Universidad de California, dicen que igual piensan divertirse en un día que será inolvidable.
"Tengo que estar aquí porque soy un gran fan de Kobe, que es uno de los más grandes jugadores en la historia de la NBA. Voy a permanecer acá hasta el final del juego, es divertido, voy a estar tan cerca y tan lejos de él, es realmente un día emotivo", concluyó.