Su hijo cumplirá este mes 16 años, tan sólo dos menos que la actual reina de la gimnasia artística, la estadounidense Simone Biles.

"Soy la mamá más feliz en este momento de mi vida", le dijo a la BBC hablando con orgullo de Alisher, "quien juega baloncesto y comenzó la secundaria en Alemania".

La uzbeka Oksana Chusovitina es una de las mejores gimnastas del mundo.

Lo ha sido desde hace más de dos décadas, visitando continuamente el podio en mundiales y olimpiadas, y a sus 40 años de edad sigue desafiando un deporte que se caracteriza por la juventud de sus participantes.

Representando a Uzbekistán, Chusovitina participó en el Mundial de Gimnasia, que finalizó el pasado fin de semana en Glasgow, Escocia. Fue su décimocuarta participación en este tipo de evento.

Pese a tener una actuación regular, la gimnasta logró su objetivo: mantener con vida su esperanza de convertirse en la única mujer en participar en siete Juegos Olímpicos.

Más que un récord

Sus primeros juegos fueron en 1992 cuando formó parte del Equipo Unificado que ganó la medalla de oro en Barcelona.

Un año antes había debutado en la escena internacional representando a la Unión Soviética.

"Para ser honesta me retiré cuando tuve a mi hijo", reconoció, "pero regresé al gimnasio para recuperar un poco la forma después de dar a luz y nunca más salí de allí".

Hubo otra razón que la impulsó a seguir compitiendo.

En 2002, su hijo fue diagnosticado con leucemia y se trasladó a Alemania para su tratamiento.

"Como madre tú haces lo que sea por la salud de tu hijo y agradezco a Alemania por eso".

"Cuando tienes un hijo enfermo es muy difícil, por lo que el gimnasio fue una válvula de escape para mí", contó.

"Sólo poder pasar una horas sin pensar en eso, sin pensar en el dolor, sin llorar y no desanimarte".

"Me sentía mejor después, sólo de haber estado en el gimnasio", reconoció Chusovitina.

Alisher se recuperó y Oksana se unió al equipo alemán de gimnasia. Ganó la medalla de plata en salto de potro en Pekín 2008 y quedando quinta en Londres 2012.

Longevidad

Su próximo reto será la clasificatoria que tendrá lugar en Brasil el próximo año, con la mira puesta en Río 2016.

Si lo logra, serán sus séptimos juegos de manera consecutiva.

Sin embargo, esa no es su razón principal.

"Como gimnasta trataré de prepararme lo mejor que pueda para poder tener opciones a ganar una medalla".

Si lo logra podría demostrar que la gimnasia no es sólo un deporte para jóvenes adolescentes.

"Tal vez estoy ayudando a otras a seguir activas porque ahora estamos viendo a más gimnasta de 20 y 30 años en el deporte, y eso me hace feliz", dijo.

Uno de sus anhelos es poder inspirar a muchas mujeres, que no son atletas, a realizar cualquier ejercicio, incluso si es sólo caminar, estirarse o trotar: "Definitivamente te ayuda, no sólo para tu salud física pero también para tu bienestar mental".

En cuanto a la posibilidad de seguir en activo o retirarse si logra clasificar a Río 2016, Chusovitina dijo riendo.

"Nunca digas nunca".

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