AFP.
El británico Chris Froome ganó virtualmente la 102ª edición del Tour de Francia tras la etapa que acabó este sábado en Alpe d'Huez, en la que el colombiano Nairo Quintana lanzó un ataque demoledor en ese puerto, pero se quedó a 1'12" de vestirse el maillot amarillo.
Quintana aventajó en 1'20" en la meta a Froome (más seis segundos de bonificación por ser segundo), insuficiente para remontar el tiempo perdido antes de la prestigiosa etapa alpina, cuya victoria fue para el francés Thibaut Pinot.
El colombiano necesitaba remontar su desventaja de 2'38" con respecto al británico para convertirse en el primer ciclista de su país en inscribir su nombre en el palmarés del Tour de Francia y por ello había anunciado que su equipo, el Movistar, atacaría desde lejos.
Las hostilidades ya comenzaron en el primer puerto de la jornada. A falta de cuatro kilómetros para la cima de La Croix de Fer, después de un falso llano y en la travesía de Bourg d'Oisans, atacó el campeón de España buscando endurecer la carrera al Sky en beneficio de su compañero Quintana y, además, consolidar su tercer puesto en la general.
Cuando la diferencia con respecto al pelotón de Froome era de medio minuto, atacó Quintana y el líder se quedó sólo con la ayuda de Richie Porte.
Movistar ataca de lejos
Los dos Movistar enlazaron, pero el trabajo de Porte impidió que el maillot amarillo perdiese mucho tiempo en la cima, por donde pasó primero el francés Alexandre Geniez, superiviviente una escapada anterior, a unos dos minutos y medio lo hicieron Quintana y Valverde y apenas unos segundos después lo hicieron Froome y Nibali, que se unieron a los dos líderes del equipo español en los primeros metros del descenso.
El Sky aprovechó la bajada para recuperar hombres en el grupo del líder.
Si Nairo Quintana quería ganar el Tour, sólo le quedaba un cartucho en la recámara: el mítico Alpe d'Huez. No había mejor escenario para escribir una hoja del ciclismo colombiano.
En las primeras rampas del coloso alpino, el escalador colombiano atacó en un par de ocasiones, pero Porte y el holandés Wouter Poels neutralizaron la escapada. Fue entonces cuando saltó su compañero Valverde a falta de nueve kilómetros para meta y tomó unos metros de ventaja, y poco después atacó otra vez Nairo.
Los dos Movistar tomaron unos metros de ventaja sobre Froome, siempre acompañado por Poels y Porte. Apenas eran unos segundos y Quintana decidió que era momento de dejar a Valverde.
El colombiano encontró la ayuda de su compatriota Winner Anacona, uno de los corredores que habían intentado la fuga en el largo falso llano al Alpe d'Huez, y ambos aventajaban en medio minuto a los Sky a falta de cinco kilómetros para la meta.
La cabeza de carrera era por entonces el francés Thibaut Pinot, otro de los fugados, con 1'30" sobre Quintana, que entendió que si quería ganar la etapa y soñar con el amarillo debía acelerar.
"Mentiría si dijese que no pasé por momentos duros, pero cada vez que teníamos referencias me tranquilizaba el saber que la diferencia aumentaba poco a poco y no de repente. Pude gestionarlo con ayuda de mis compañeros y reservé fuerzas para el último kilómetro y limitar las pérdidas", admitió Froome en conferencia de prensa.
A cuatro km para el alto, la ventaja de Quintana era de un minuto sobre Froome, que ya solo le quedaba la ayuda de Porte. Dos kilómetros después, la ventaja sólo había aumentado en 15 segundos, con lo que el sueño del Tour se alejaba para Quintana, aunque le quedaba el prestigioso triunfo en la cima de Alpe d'Huez.
A 18" de un prestigioso triufo
Sin embargo, Pinot aguantó los últimos acelerones de Quintana y pudo llegar triunfador a la meta con apenas 18 segundos de ventaja sobre el colombiano.
"Diseñamos una estrategia con el director para atacar desde la Croix de Fer, pero lamentablemente no funcionó. Volvimos a atacar en Alpe d'Huez y sacamos una gran ventaja, pero no fue suficiente para ganar el Tour", lamentó el colombiano en la meta.
Con la diferencia final en la general (1'12" a falta de la última etapa en París), Quintana lamentará más que nunca el minuto y medio que perdió en la segunda etapa del Tour, en Zelanda (Holanda), como consecuencia de un corte en el pelotón provocado por una caída que le dejó retrasado.
Sin ese tiempo perdido, Quintana quizá estaría vistiendo ahora de amarillo. "Perdimos el Tour en esa etapa", dijo convencido Quintana, aunque Froome se mostró en descuerdo: "Si no hubiese tenido tanta ventaja la carrera hubiese sido diferente y quizás hubiese sido más agresivo en la montaña".
De esta manera se repiten las dos primeras posiciones del Tour-2013, con Froome en amarillo y Quintana segundo.
El tercer puesto en el podio virtual lo ocupa el español Alejandro Valverde, que además de trabajar para su compañero Quintana, logró distanciar a Vincenzo Nibali, al entrar en la meta junto a Froome.
"Es un sueño que he estado persiguiendo toda la vida", dijo el español, que rompió a llorar tras cruzar la meta.