Todo empezó cuando a finales de la década de 1960 el empresario mexicano Enrique Corcuera decidió adaptar un terreno de su propiedad en las Brisas, Acapulco, para la práctica del tenis.
"Pensó en primera instancia poner un frontón, colocando paredes laterales para evitar que la vegetación invadiera la cancha", cuenta Omar Villavicencio, presidente de la Federación Mexicana de Pádel, FEMEXPADEL.
Corcuera ya había jugado en EE.UU. al paddle tennis, un juego inspirado en el tenis y practicado en una cancha más pequeña, con una red más baja y una pala en vez de raqueta.
Y a ese concepto, sobre el terreno de aproximadamente 20 metros de largo y 10 metros de ancho, le añadió las paredes, también con la idea de que las pelotas no se salieran y tuvieran que ir a buscarlas.
"Probaron con diferentes pelotas observando que la mejor resultaba ser la del tenis. Al rebotar en las paredes se volvía más divertido y fluido", apunta Villavicencio.
Impulso hispanoargentino
En los veranos Corcuera invitaba a sus amigos de la aristocracia a jugarlo y uno de esos nobles, el Príncipe Alfonso Hohenlohe, un promotor inmobiliario germano-español, lo llevó a la Costa del Sol en España en 1974.
"Construyó en su Marbella Club dos canchas, con algunas modificaciones, integrando la reja en lugar de las paredes" dice Villavicencio.
Un año más tarde de la mano de Julio Menditengui, amigo de Hohenlohe, llegó a Argentina, país que terminó siendo toda una potencia en el deporte.
Y en el año 1991, los dirigentes de la APA (Asociación Argentina de Pádel) y la Asociación Española se pusieron de acuerdo para fundar en Madrid la Federación Internacional de Pádel, concretando un reglamento de juego internacional.
Villavicencio destaca que uno de los momentos más importantes en la historia del Pádel fue cuando Cacho Nicastro, actual presidente de la Federación Argentina, buscando dar un impulso internacional al juego, llegó a un acuerdo para organizar el primer encuentro entre España y Argentina.
Boom español
En España en la década de 1990 el juego fue creciendo en popularidad, impulsado por figuras como la leyenda del tenis Manolo Santana.
E incluso hizo que ex tenistas cambiaran de disciplina.
"Es el caso de la cuartofinalista de Roland Garros (2000) Marta Marrero, actual nº 1 del ranking español", apunta Jordi Gázquez, periodista español especializado en tenis.
"Es un deporte que goza de una popularidad creciente en España y que ha tenido un impacto evidente en la práctica del tenis, a pesar de que la Real Federación Española de Tenis (RFET) descartó su tutela en el pasado", añade.
En Reino Unido, uno de los jugadores más destacado de pádel en la actualidad, Tom Murray, también comenzó siendo jugador de tenis, trasladándose de adolescente a España a finales de los 90, cuando la fiebre por el deporte era muy grande.
"Pero cuando regresé a España en 2007 descubrí que ninguno de mis amigos seguían jugando tenis. Todos estaban jugando pádel", dijo Murray al diario The Telegraph.
"Hermano menor"
Para Gázquez la razón fundamental detrás del éxito del pádel en España es que "para los amantes de los deportes de raqueta, resulta un deporte más atractivo porque es más divertido y menos exigente a nivel físico".
"Una persona que empieza a practicar tenis necesita varios meses de entrenamiento constante, antes de empezar a disfrutar realmente del juego, mientras que un principiante de pádel lo hace desde el primer día".
Villavicencio reconoce que "el tenis siempre ha sido considerado de alto rendimiento, a diferencia del Pádel que, en sus inicios, era solamente social".
Sin embargo, agrega que desde hace tiempo dejó de estar a la sombra del tenis.
"La profesionalización de sus jugadores ha adquirido su propia identidad. Cada día tiene más adeptos. Ya son 32 países donde se practica y que están federados internacionalmente".
Torneos y masificación
En la actualidad el World Padel Tour (WPT) es el circuito más importante del deporte a nivel mundial, compartiendo protagonismo con los campeonatos mundiales de pádel.
España, con 290 jugadores y 167 jugadoras, es el país más representado en el WPT, mientras que Argentina, con 19 jugadoras y 118 jugadores, es el que mayor representación tiene del continente americano.
En la disciplina masculina, Argentina ha sido campeón mundial en diez ocasiones, incluyendo en 2016, mientras que la corona femenina está actualmente en manos de España.
Villavicencio también apunta que un gran avance en la consolidación internacional del deporte se logró en 2015 cuando el WPT y la Federación Internacional de Pádel (FIP) acordaron, ente otras cosas, unificar las clasificaciones de ambas organizaciones en un solo ranking.
Además de España, Argentina México, el deporte también tiene mucho arrastre en Brasil, Canadá, Paraguay, Uruguay y Chile.
Y al tiempo que su crecimiento continúa, el pádel también sigue luchando para acabar con su imagen de ser un deporte exclusivo.
"En México solo se practicaba en clubes privados", apunta Villavicencio. "FEMEXPADEL ha asumido el compromiso del desarrollo y masificación de la disciplina a nivel nacional", sostiene Villavicencio.
Mientras tanto en España, algunos cálculos señalan que cerca de cuatro millones de personas lo practican actualmente.
Un largo trecho para un juego inventado como simple pasatiempo aristocrático en Acapulco.