Con el estreno de su documental "A medio camino del cielo", el destacado deportista nacional Francisco "Chaleco" López presenta su última gran hazaña sobre las dos ruedas, hito que lo llevó a inscribirse en la historia deportiva alcanzando un record Guinness, además de grabar el nombre de Chile en lo más alto del motociclismo mundial.

El volcán Ojos del Salado, ubicado en la Tercera Región de Atacama y a 184 kilómetros de Copiapó, destaca por sus 6.893 metros sobre el nivel del mar y por ser el volcán más alto del mundo. Esta altura fue la que motivó al ex piloto y ganador de varias etapas del Rally Dakar a llegar lo más alto posible.

"Nunca había tenido la oportunidad de hacer algo en altura y eso fue parte de lo que más me atrajo de esta aventura, una de las que más he disfrutado arriba de una moto. Además, el hecho de hacerlo en una moto eléctrica implicó mayor dificultad y planificación lo que me llena más de satisfacción cuando pienso en el resultados", comentó el piloto.

El piloto nacional logró subir el volcán Ojos del Salado, llegando a 6.080 metros sobre el nivel del mar.

La moto que se usó fue una KTM eléctrica modelo Freerider con baterías. Una de sus mayores cualidades es que se conduce de forma sencilla. Pero el mayor desafío fue saber cómo se comportarían las baterías frente a las extremas condiciones climáticas de la zona y cómo lograr que los 30 kilos de cada una sobrevivieran bien en el lugar. 

"La moto se maneja muy bien, pero la gran apuesta fue lograr mantener las baterías en buen estado frente a los -25 grados que enfrentamos allá", señaló "Chaleco".

El ascenso del volcán fue logrado por etapas,  comenzando a los 2.000 metros de altura, luego a 4.000, terminando en un campamento base a 4.500m. Finalmente "Chaleco" logró superar los 6.000 metros de altura, llegando a 6.080m.s.n.m. 

"Cuando supe que había cumplido mi meta y que las dificultades de encontrar la ruta correcta, de pasar planchones de nieve, de haberle ganado al poco tiempo que ya tenía el último día para llegar arriba, levanté los brazos y empecé a gritar como loco de la felicidad. No fue fácil y lo entregué todo. El sacrificio valió la pena y todo el trabajo físico y trabajo en equipo valió la pena", relató el piloto nacional.

Mira el documental "A Medio Camino del Cielo":

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