Nació en 1962 y se volvió uno de los mejores boxeadores que ha dado México. Julio César Chávez tuvo una carrera brillante, en la que se quedó con títulos mundiales en diferentes divisiones de peso.
"El Gran Campeón Mexicano" era conocido por sus golpes, su intenso ataque y su mandíbula resistente. Dueño de un récord de 107 victorias, 6 derrotas y 2 empates.
Sin embargo, una historia desconocida se reveló en el libro "Julio César Chávez, la verdadera historia", escrito por Javier Cubedo y que fue narrada por Rodolfo, hermano de la leyenda del boxeo.
En ese marco, se reveló que Julio César Chávez consumió cocaína en el baño del Papa Juan Pablo II, en plena visita a El Vaticano.
El encuentro con el Papa
De acuerdo a lo relatado, el boxeador tenía ganas de conocer al sumo pontífice y consiguió una visita privada.
"Bienvenido, Julio César. Es un honor para mí que me honres con tu visita, hijo", le habría dicho el papa en aquella ocasión.
Esto fue respondido por el boxeador: "el honor es para mí. ¿Y cómo le digo? ¿señor, Papa, su Santidad?".
"Me puedes llamar Juan Pablo. ¿Sabes?, me encantan tus peleas. Eres un digno representante de tu deporte y tu país", le contestó el Papa.
Sin embargo, ahí intervino nuevamente el pugilista. "Oiga, está bien bonito todo aquí. ¿Puedo ver su recámara?", señaló.
Se le mostró la habitación y Chávez pidió ingresar al baño, cosa que se le permitió.
"Mi hermano sacó de su pantalón un papel que envolvía cocaína, la distribuyó sobre el mármol para después inhalarla. Dejando completamente limpia el área del lavamanos. Julio jaló la palanca del escusado para que pensaran que entró al baño por otra cosa", señaló Rodolfo Chávez.
Luego, volvió a reunirse con el Papa, quien le dio su bendición.