Luego de la derrota de Argentina contra Francia por 4 goles a 3, el camarín argentino fluctuaba entre los que renunciaron a la selección, los que tienen sed de revancha y los que no emitieron declaraciones. En este escenario, un jugador francés se presentó frente a los argentinos con una peculiar misión. 

Antoine Griezmann, delantero del Atlético de Madrid, se dirigió al camarín albiceleste. Pero no fue a apoyar, no fue a burlarse, no fue a pelear. ¿Su misión? Conseguir la camiseta de Sergio Aguero.

"Tengo un amigo y su ídolo es el 'Kun' Aguero. Quería ver si me cambiaba la camiseta para él, para mi amigo", comentó el punta de los "colchoneros".

También tuvo palabras para el entretenido encuentro que protagonizaron franceses y argentinos en los octavos de final del Mundial de Rusia. "Fue un partido loco. Teníamos que defender bien porque ellos tiene al mejor del mundo. Hubo momentos donde Argentina fue superior, pero nosotros también", zanjó el delantero.

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