Tras consagrarse como uno de los equipos ‘revolución’ en la pasada edición de la Eurocopa -Francia 2016- Islandia abrochó su participación para el Mundial de Rusia 2018. Un hito que sin duda marca un antes y un después en la historia futbolística de este país, y que además no deja de reafirmar que los ‘vikingos’ se toman en serio la competencia internacional del balompié.
Con poco más de 300.000 ciudadanos -para hacerse una idea, casi la misma cantidad de habitantes que hay sólo en la Región de Tarapacá, al norte del país- Islandia, a punta de esfuerzo y trabajo en silencio, se ha fidelizado con su selección de fútbol, sosteniendo ciegamente que el equipo no tiene límite alguno.
Sin embargo, uno de sus habitantes no pudo subirse al carro de la victoria por bajarse antes de tiempo. Este es el caso de Aron Johannsson, un futbolista profesional de doble nacionalidad, a quien el karma no supo perdonar.
Aron (26), actualmente delantero del Werder Bremen alemán, nació en Alabama (Estados Unidos), no obstante sus primeros pasos en deporte los tuvo en el club islandés Ungmennafélagio Fjölnir, en dónde obtuvo su primer contrato como profesional.
Luego de iniciarse, y proyectando una llamativa carrera, Aron fue llamado a jugar por el Aarhus -club de la segunda categoría de Dinamarca- en dónde se destapó y registró 23 anotaciones en 65 partidos. Su alcance tuvo repercusiones en Holanda y -por un millón y medio de dólares- fue traspasado al reconocido AZ Alkmaar. Su carrera estaba dando frutos, por lo que la nominación a nivel de selecciones no tardó en llegar. Entre el 2011 y 2012, Aron disputó partidos defendiendo los colores de Islandia en la sub 21.
Todo iba bien, pero…
Aron, con 22 años y peleando por un puesto dentro de los mejores jugadores en el futbol holandés, recibió una llamada. Y no fue más ni menos que Jürgen Klinskann, seleccionador de los Estados Unidos en aquel entonces. La joven promesa, entendiendo que su doble nacionalidad le daba una gran oportunidad, optó por irse a jugar con la selección norteamericana. Muchos lo acusaron de traición al país que lo vio crecer.
“Mis oportunidades de clasificar para un Mundial serán mucho mayores con Estados Unidos”, fueron las primeras palabras del joven artillero al confirmarse su decisión. Pero no fue hasta cuatro años más tarde que Aron terminaría mordiéndose la lengua.
El resto ya es sabido, Islandia ha logrado su primera clasificación en la historia a una Copa del Mundo, mientras que Estados Unidos ya se prepara para ver Rusia 2018 desde el sofá.
Pese a que ya estuvo Brasil 2014 con los norteamericanos, el jugador no gozó del protagonismo esperado, actuando en 3 partidos de la fase clasificatoria y disputando sólo 67 minutos ante Ghana.
Tras el fracaso en la Copa de Oro 2015, el jugador fue “borrado” del combinado nacional yno sumó más apariciones, sin decir “presente” en el camino a Rusia 2018 donde Islandia sacó boleto directo.