El brasileño Giuliano, volante del Istanbil Basaksehir de Turquía, consideró este martes una "vergüenza" que el cuarto árbitro del choque contra el PSG lanzara supuestos insultos racistas contra un miembro de su equipo, y se dijo "satisfecho" por la reacción de los jugadores de abandonar la cancha.
El cuarto árbitro "fue ofensivo en relación a un miembro de nuestra comisión técnica, fue muy claro, mucha gente escuchó, inclusive nuestro entrenador, que estaba a lado. Fue una vergüenza muy grande", afirmó Giuliano a la prensa brasileña, después de haber presenciado el incidente ya que integraba el banco de suplentes del equipo turco.
"Nosotros como equipo y entidad, decidimos protestar porque eso es inadmisible. El racismo tiene que acabar, ya es hora de que las personas entiendan que no existe color, no existe género, somos todos iguales", dijo el centrocampista de 30 años, que tiene contrato con el Basaksehir hasta junio de 2023.
En un gesto inédito en la historia de la Liga de Campeones, los jugadores del Basaksehir y del París SG abandonaron la cancha como gesto de protesta por los supuestos insultos racistas proferidos por el cuarto árbitro contra un miembro del equipo turco.
"Fue un gesto loable de los dos equipos el salir del campo y con eso esperamos llamar más la atención de las personas, para que entiendan que basta de racismo", agregó Giuliano, que milita desde octubre en el Basaksehir.
"Me siento satisfecho porque tomamos una actitud que creo fue la más correcta, vamos a ver si con eso logramos disminuir estos hechos", afirmó.
El cuarto árbitro del partido por la sexta fecha del Grupo H de la Liga de Campeones, el rumano Sebastian Coltescu, habría dicho "negro" para referirse a un miembro del equipo turco, causando que miembros del banquillo comenzaran a gritar: "He said 'negro'" ("Ha dicho 'negro'").
La UEFA anunció una "investigación en profundidad" de lo que calificó como un "incidente" y programó la reanudación del partido para el miércoles a las 17h55 GMT con un "nuevo equipo arbitral".