El delantero esloveno Josip Ilicic fue la gran ausencia del Atalanta en la Final 8 de la Champions League, el nuevo formato del torneo debido a la pandemia del coronavirus.

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Si en los octavos de final ante Valencia fue el héroe de su escuadra –con un gol en el triunfo como local en la ida (4-1) y cuatro anotaciones en la victoria como visitante en la revancha (3-4)– este miércoles se perdió la derrota ante París Saint-Germain por los cuartos, la agónica remontada de los parisinos.

“Es como si a la Juventus le faltara Dybala, Lukaku al Inter o Immobile a la Lazio”, destacó en la antesala el técnico del Atalanta, Gian Piero Gasperini, acerca de Ilicic, goleador del equipo en la Liga de Campeones gracias a sus cinco conquistas en la ronda anterior.

Sin embargo, aquella imagen que dejó Ilicic hoy es sólo un recuerdo. El esloveno, de origen bosniocroata, quedó fuera de la convocatoria –también se perdió los seis últimos de compromisos de la Serie A– y siguió al Atalanta por televisión desde su país adoptivo. Según la prensa italiana, su ausencia es por depresión.

Y es que la vida del atacante estuvo marcada por la tragedia. Su padre murió a los nueve meses, mientras que su madre escapó de Bosnia en medio de la Guerra de los Balcanes para instalarse en Eslovenia. Ya convertido en futbolista, en 2018 perdió a su amigo y compañero de la Fiorentina Davide Astori.

Sólo meses después, en agosto, sufrió una infección en los ganglios linfáticos que casi le cuesta la vida. “Pensé mucho en lo que le pasó a Davide. Tenía miedo de dormirme y no volver a despertarme, de no volver a mi familia”, expresó en aquel entonces.

Hoy, la grave situación que atravesó Bérgamo, epicentro del coronavirus en Italia, despertó los fantasmas del futbolista: sirenas, ataúdes y una ciudad aislada.

Cuando se reanudó el fútbol e Ilicic retornó a las canchas, lo hizo con cinco kilos menos y desconectado del equipo y de su juego. Su delicada situación llevó a los dirigentes del club a darle licencia, a pesar de que su escuadra tenía por delante luchar por meterse entre los cuatro mejores de Europa.

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