Hace menos de una semana, Johnny Herrera tuvo que enfrentar uno de los momentos más difíciles de su vida, luego que su madre Gladys Herrera falleciera en Temuco a causa del COVID-19.

Sin embargo, este "último adiós" a su mamá comenzó desde el domingo 29 de marzo, cuando al encender su celular, Johnny recibió las notificaciones de las llamadas perdidas de sus sobrinas y su hermano Julio, alertando que algo malo estaba pasando.

Fue así como el arquero de Everton supo que Gladys había sido internada de urgencia en la Clínica Alemana de Temuco luego de sufrir una complicación en lo que aparentemente parecía un resfrío.

Johnny esperó el término del toque de queda y emprendió rumbo al sur del país. En ese trayecto de 800 kilómetros, según contó a Las Últimas Noticias, intentaba mantenerse esperanzado y con calma.

Antes de salir de su departamento llamó al doctor a cargo de la atención de su madre "y le insistí que hicieran todo lo posible por salvar a mi viejita. Sospechaba que tenía covid-19...".

"El viaje se me hizo eterno a Temuco desde Viña del Mar...Antes de salir de mi departamento, el doctor me dijo que eran escasas las posibilidades que pudiera sobrevivir. Se me vino el cielo encima (...) mi gran temor era no poder despedirme", detalló Herrera.

Pero no fue sino hasta el día domingo en que el futbolista pudo ver a su mamá, quien mostró una leve mejoría que para los doctores era inexplicable y que por lo tanto tenía que aprovechar la instancia para despedirse.

"Es duro que te digan entra a despedirte. Entré, era el único autorizado a hacerlo, con todos los resguardos. Doble delantal, doble mascarillas, antiparras, de todo. La pena es que no podía abrazarla, pero conversamos como dos horas. (...) Seguía peleándola, como en toda su vida. Piensa que a ella se le quemó la casa dos veces y se volvió a levantar ", relató.

Luego, el lunes le confirmaron a Johnny que el resultado de coronavirus dio positivo y el martes, a eso de las 10 de la noche, recibió el llamado que no deseaba. El doctor le infomó que su madre había fallecido.

El portero relató al diario que una enfermera maquiló a su madre y luego pudieron realizarle una pequeña ceremonia en Angol, lugar donde Gladys quería ser enterrada al momento de morir.

"Es cierto que no pude abrazarla, pero pude compartir con ella hasta el final. Por eso estoy agradecido del doctor y del personal de la clínica. Cuando pase todo esto espero hacerle una ceremonia bonita en la iglesia de Angol y darle una despedida a la altura, como se lo merece la Laly", añadió.

Johnny Herrera regresó a Viña del Mar, sin embargo su novia y su hijo Bruno tuvieron que salir del departamento que comparten para evitar un contagio. Según el futbolista, "no quiero ni salir al balcón por precaución".

Finalmente, hizo un llamado a que "ojalá entiendan que hay que quedarse en la casa. Uno no dimensiona lo que está pasando hasta que le toca vivirlo en carne propia y te meten en una clínica", sentenció.

Publicidad