Hace un año atrás esto no formaba parte de mis planes". Así describió Harold Mayne-Nicholls la decisión de postular al sillón de la ANFP y así tener un segundo mandanto al frente del fútbol chileno.

Su principal meta la situó en "mantener la evolución positiva" del balompié nacional, como también lo que ha hecho la Selección Chilena. Además de trabajar para reencantar a los aficionados con el campeonato nacional, aludiendo a los más jóvenes quienes no muestran "mayor interés" en la liga local.

Por eso es que el ex timonel de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional indicó que "llegó el momento de invitar a los clubes para que participen en esto", para así sumar ideas que hagan crecer y mejorar la "industria del fútbol".

Además el ex dirigente indicó que "el no haber sido involucrado en el Fifagate no es ningún mérito, es como uno debe ser", ya que tras ser investigado no se encontraron irregularidades en las que haya participado. 

Con relación a esto, Mayne-Nicholls apuntó a que "a (Arturo) Salah le tocó un tema muy complejo, resolver todo lo que dejó la administración anterior" y que si el actual presidente baja su candidatura le parecería "bastante razonable".

Sobre la posibilidad de contar con Reinaldo Rueda el candidato manifestó que "en lo que lleva en Chile ha estado haciendo un buen trabajo. Cuando uno tiene una buena relación con alguien y es recíproca, es evidente que la manifestar", haciendo referencia a los buenos comentarios que hizo el chileno sobre su persona.

"Yo estaría feliz trabajando con Reinaldo. Es un profesional exitoso y estudioso", reafirmó el antofagastino, reiterando que lo mantendría en la Selección Chilena de ser él el próximo presidente de la ANFP.

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