Desde el 12 de noviembre de 2015 la carrera del colombiano Jackson Martínez tuvo un quiebre. Ese día sufrió una lesión de tobillo tras una falta del chileno Francisco Silva, durante el duelo entre Chile y Colombia en el Estadio Nacional por las Clasificatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018.
Las secuelas de aquella lesión tienen al delantero “cafetero” viviendo un calvario hasta el día de hoy. Primero estuvo un año sin jugar, pues en 2017 no vio acción jugando por el Guangzhou Evergrande de China.
Ahora, en el Portimonense de Portugal, tiene más regularidad –con cuatro goles en nueve partidos– pero asegura que la jugada con el “Gato” le arruinó la vida, según reveló en una entrevista con Record del país luso.
“¡Es una lucha diaria! Cada entrenamiento, cada instante en que me meto en la cama para dormir… Casi todas las noches, alrededor de las 3 o 4 de la mañana, como si fuera un reloj, mi sueño es interrumpido debido a alguna molestia en el pie”, reveló.
“Entrenarme tampoco es fácil, no puedo hacerlo dos o tres días seguidos. Me gustaría trabajar con normalidad todos los días pero los médicos y el fisioterapeuta me dijeron que eso era imposible. Sigo un programa específico”, detalló.
Frente a los problemas en su tobillo Martínez incluso ha evaluado el retiro. Sin embargo, lucha por mantenerse en forma regular en su club.