Minasoro y Caracas FC “B” igualaron 1-1 el pasado sábado en el Cocodrilos Sports Park –en Caracas– por la quinta fecha del cuadrangular de ascenso de la Tercera División venezolana, partido que estuvo marcado por su violento final.
El juez Gregory González cobró un tiro libre poco antes del término que significó el gol de Caracas. Fue ahí cuando los jugadores y el cuerpo técnico del equipo “perjudicado” comenzaron una cacería contra el réferi.
Ni la Policía que ingresó al campo de juego pudo detener a los furiosos futbolistas, quienes se lanzaron sobre el árbitro mientras éste huía por toda la cancha. Cuando fue alcanzado, cayó al suelo y recibió una patada en la cabeza que lo dejó inconsciente, debiendo ser retirado en camilla y trasladado a un hospital cercano.
“El equipo se esfuerza en promover interna y externamente los valores del juego limpio, espíritu deportivo y respeto con los árbitros”, expuso en un comunicado Caracas FC.
Por su parte, el Minasoro repudió la violencia en contra del árbitro, pero acusó a éste de haber tenido un desempeño “nefasto”.
“Queremos expresar nuestro rechazo a las acciones realizadas por el árbitro principal del encuentro Gregory González quien en reiteradas ocasiones permitió una serie de irregularidades en contra del equipo Minasoro, entre ellas un claro penal el cual hasta se llevó el silbato para pitarlo, pero luego ‘dudó de manera inexplicable’; lo cual se habría convertido en una especie de ‘norma’ durante todo el partido donde”, expuso el conjunto “perjudicado”.