Entre el 1 de junio y el 1 de septiembre de 2015, un total de 12.650 transferencias fueron realizadas en el marco de un negocio que facturó US$3.500 millones.

¿El negocio? El fútbol. ¿Las transferencias? Jugadores de distintas nacionalidades que hicieron parte del mercado de fichajes de la temporada que inicia a mitad de año en el fútbol mundial.

De acuerdo al reporte que le entregó a BBC Mundo la empresa TMS, filial de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), el 77% de ese movimiento se originó en las cinco principales ligas del mundo: las de Italia, España, Inglaterra, Francia y Alemania.

¿Y de dónde viene la mayoría de esos jugadores? Pues de América Latina.

¿Y de dónde viene la mayoría de esos jugadores? Pues de América Latina.

Según las estadísticas de la empresa argentina Euroamericas Sport Marketing, si se cuenta desde enero el número es aún mayor: en nueve meses, se transfirieron un total de 13.995 jugadores de países latinoamericanos al fútbol del exterior.

Los ejemplos sobran: el colombiano Radamel Falcao pasó del Manchester United al Chelsea, el argentino Ángel di María fue del Manchester United al Paris Saint-Germain francés; el peruano Carlos Ascues, del Melgar de su país natal al Wolsfburgo alemán, entre otros.

"El estudio lo culminamos en medio del año más escandaloso de la historia del fútbol mundial, cuando el órgano rector del deporte, la FIFA, se encuentra sumido en una burbuja sin tener referencia con el mercado real", le dijo a BBC Mundo Gerardo Molina, el director de Euroamericas Sport Marketing.

Argentina, la potencia

Según revelan las cifras, Argentina sigue siendo el país con mayor número de exportaciones y transferencias dentro del mercado de fichajes con un total de 4.025 jugadores, seguido de Brasil que exportó un total de 3.456.

"Entre los dos facturan cerca de US$2.789 millones, lo que sin duda las convierte en las dos potencias que alimentan a los grandes mercados del fútbol", explicó Molina.

El 84% de estos jugadores viaja a Europa, especialmente al territorio de las cinco ligas de mayor importancia, conocidas como las "Big 5" (Las cinco grandes).

Después de Argentina y Brasil, los países con mayores contrataciones del exterior son México, con 1.766 jugadores y Colombia con 1.223; el quinto puesto es para Chile con 876, en el sexto aparece Paraguay exportando 804 jugadores.

"Creo que la diferencia que hace Argentina con el resto de los países de América Latina es su nivel de competencia", le dijo a BBC Mundo Sebastián Lopera, intermediario de jugadores ante la Federación Colombiana de Fútbol.

"Un jugador pasa por varias categorías juveniles antes de irse a Europa. Aunque no debute profesionalmente, ese nível de competencia marca una distancia con los otros países del continente", añadió.

Sin embargo, paradójicamente el escándalo de la FIFA hizo que los controles sobre las cifras y los traspasos no tuvieran el rigor de otras épocas.

"Hemos percibido un aumento en la falta de controles por parte de las federaciones sudamericanas en cuanto a la auditoria de la salida al exterior de los jugadores, y en especial en cuanto al control de edad de los mismos", reveló Molina.

Cambio del flujo

Una de las cifras que se destacan del informe es el crecimiento en la exportación de futbolistas de países como Chile, Colombia y México.

Para Lopera una de las razones de la nueva tendencia es que los clubes internacionales están buscando directamente en estos mercados antes de esperar la intermediación de Argentina o Brasil, donde los jugadores codiciados solían antes de dar el salto a Europa.

"El Manchester City tiene un delegado permanente en Colombia y equipos como el Porto entre otros tienen enviados que están en la búsqueda constante de nuevos talentos", le dijo Lopera.

"Algunos de esos jugadores se van de Colombia o México sin siquiera debutar en el fútbol profesional (de su propio país). Los clubes hacen eso para abaratar los costos de la transferencia", agregó.

El caso del club portugués FC Porto es uno de los más admirados en el mundo: con esta política ha logrado generar US$752 millones después de haber gastado US$353 millones.

Y aunque la FIFA ha implementado nuevas normas para la transparencia de las transacciones internacionales, intermediarios como Lopera sienten que falta más regularización que defienda a los clubes formativos de los grandes equipos.

"Muchas veces la FIFA obra sobre lo que tienen reglamentado y algunas personas se escudan en eso para tomar ventaja sobre los traspasos de los jugadores más jóvenes", concluyó.

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