AFP
Varios ex jefes del fútbol de Sudamérica recibieron una oferta de millonarios sobornos a cambio de apoyar la candidatura de Qatar como sede del Mundial de fútbol de 2022, reveló el lunes un importante testigo al iniciarse la tercera semana del juicio FIFA en Nueva York.
Luis Bedoya, ex presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, es uno de los 42 jerarcas y empresarios del fútbol de las Américas acusados de corrupción por el gobierno estadounidense en el marco del inmenso escándalo de la FIFA.
Se declaró culpable en noviembre de 2015 y es el primer ex jefe del fútbol que declara como testigo del Gobierno en el proceso contra tres poderosos acusados que insisten en su inocencia: los ex jefes del fútbol de Brasil y Perú, José María Marín y Manuel Burga, y el ex presidente de la Conmebol, el paraguayo Juan Ángel Napout.
Bedoya, de 57 años, contó en la corte que en mayo de 2010 viajó a Madrid con sus colegas de la Conmebol, la Confederación Sudamericana de Fútbol, a la final de la Liga de Campeones, todos invitados por Fox Sports, que según otro testigo del proceso, el empresario argentino Alejandro Burzaco, también pagó sobornos a cambio de contratos de televisación de partidos.
Un catarí “importante”
Allí, cuando estaban conversando en el lobby del hotel con Napout -entonces ex jefe del fútbol paraguayo- y con el ex presidente del fútbol ecuatoriano, Luis Chiriboga, se acercó el argentino Mariano Jinkis, uno de los propietarios de la empresa Full Play -otra acusada de pagar sobornos a cambio de contratos-, y les presentó “a alguien importante de la televisión qatarí”, que hablaba en inglés, dijo Bedoya.
El qatarí, que Bedoya dijo no poder identificar, “quería saber si Sudamérica estaba dispuesta a apoyarlos” como anfitriones del Mundial 2022 “y si teníamos la posibilidad de dar ese voto para ellos”.
“Mariano (Jinkis) quería saber si teníamos influencia en los votos de Sudamérica en la FIFA y dijo que era una oportunidad de negocio importante, él manifestaba que podía pedirle (al qatarí) de 10 a 15 millones de dólares (...) y podíamos repartir eso entre el ‘Grupo de los Seis’ y ganarnos cada uno un millón o un millón y medio de dólares”, afirmó Bedoya.
El llamado ‘Grupo de los Seis’ en la Conmebol estaba integrado por países sudamericanos que se sentían eclipsados por Brasil y Argentina y querían ganar poder actuando juntos.
Pero según Bedoya, los jerarcas “respondimos de una manera muy evasiva”, dijeron que “luego conversaríamos” y la oferta nunca se concretó.
Tras la reunión, Napout “muy claramente me dijo que era un tema muy complicado, que no nos metiéramos en ese tema”, relató.
Ninguno de los jerarcas presente en ese encuentro en Madrid integraba el comité ejecutivo de la FIFA con poder de voto -a diferencia del entonces presidente de la Conmebol Nicolás Leoz y los jefes del fútbol de Brasil y Argentina en esa época, Ricardo Teixeira y Julio Grondona-, pero la oferta apuntaba al parecer a que los presionaran a favor de Qatar.
Burzaco contó al inicio del juicio que Teixeira, Grondona y Leoz votaron por Qatar 2022 en el seno de la FIFA en diciembre de 2010 a cambio de sobornos de más de un millón de dólares cada uno.