Un Valencia muy bien estructurado terminó por propinarle al Barcelona el nocaut definitivo. Con un comienzo avasallador, los dirigidos por Marcelino supieron cerrar los espacios a los jugadores blaugranas, que lucieron desorientados, como en aquel desastroso partido en Anfield, y se quedaron con la Copa del Rey.

Lo que en el papel era la opción para quitarse la espina de la histórica derrota en Champions ante Liverpool, terminó siendo para el Barcelona la sentencia definitiva de lo que fue una temporada deslucida, con un estilo de juego deslúcido, opaco, aburrido, donde Vidal se erigió como uno de los favoritos de la hinchada y donde Messi no pudo hacer nada por salvar el oro.

A los valencianos les bastó diez minutos de fútbol intenso para golpear a un Barcelona que está cada vez más lejos de aquel "tiki-taka" de la era Guardiola.

Fue el francés Kevin Gameiro quien se aprovechó, en el minuto 21, de una transición rápida y una habilitación perfecta, que lo dejó casi frente al arco, para definir con calidad ante Jasper Cillessen y sembrar las primeras dudas en el equipo catalán.

Los de Valverde no supieron cómo reaccionar ante el primer golpe y, diez minutos después, fue Rodrigo Moreno quien remató con golpe de cabeza, tras un gran centro de Carlos Soler, para anotar el segundo gol para el conjunto "ché".

Así, el partido se fue al descanso con el equipo de Marcelino manejando las acciones y dejando en Valverde más dudas que certezas.

En el segundo tiempo, con el ingreso de Arturo Vidal y Malcom, los catalanes empujaron hacia el área rival, intentando descontar. Sin embargo, en cada ataque se encontraron con una defensa bien cerrada y con un brillante Doménech en portería.

Luego de varias ocasiones generadas, en el minuto 73 Lionel Messi aprovechó un rebote para empujar la pelota y descontar en favor del Barcelona.

De cualquier manera, el gol del jugador argentino no bastó para que los catalanes pudieran igualar el partido y lograr quedarse con el trofeo por cuarto año consecutivo.

Así, el Valencia consiguió quedarse con la Copa del Rey, once años después de su último título (el 2008), cuando se impusieron en la final ante el Getafe.

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