La trampa de las bolas frías o calientes para manipular los sorteos de los grupos en un torneo de fútbol dejó de ser un rumor o una leyenda, tras los dichos del ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
“No existen en la FIFA, pero fui testigo de sorteos, a nivel europeo, en los que eso sucedió. Pero nunca en la FIFA. Claro que se puede hacer, pero en mi caso jamás sucedió, jamás”, declaró el otrora dirigente involucrado en el escándalo de los sobornos que sacudió al fútbol mundial.
Al ser consultado sobre cómo funciona exactamente el fraude, contestó que “se ponen las bolillas antes en la heladera. La mera comparación entre unas y otras al tocarlas ya determina las frías y las calientes. Al palparlas ya se sabe qué hay".
El diario le recordó el sorteo “extremadamente benévolo para Argentina” en el Mundial de Brasil 2014 y le preguntó hasta dónde él podía influir, ante lo cual el ex directivo suizo dijo que "sólo había una persona que tenía ese poder en Europa: (el ex presidente de la UEFA) Artemio Franchi".
“Lo hacía para el sorteo de los torneos de clubes. Yo no lo hice para el Mundial Argentina 78. Pero con mi magia lo hacía todo. Otra vez: es broma. El sorteo era limpio hasta el último detalle. Yo jamás toqué las bolillas, cosa que otros sí hacían. Claro, se las puede señalizar, calentándolas o enfriándolas”, sentenció.