"No hubo compra de votos" para que Alemania obtuviera la sede del Mundial FIFA 2006, afirmó el expresidente del Comité Organizador de ese torneo, y reconoció haber cometido un error en un acuerdo con la FIFA.
El exfutbolista Franz Beckenbauer asumió que cometió un "error" como presidente del comité organizador del Mundial de 2006 en Alemania al no rechazar una "propuesta" que le hizo la Comisión de Finanzas de la FIFA, pero aseguró que "no se compraron votos".
En un comunicado, Beckenbauer asumió la "responsabilidad" por ese error y señaló que ha explicado lo ocurrido ante la comisión de investigación externa creada por la Federación Alemana de Fútbol (DFB) para investigar si pudo haber una "caja negra" para comprar votos para la candidatura alemana.
El "kaiser" del fútbol alemán dijo que, para recibir una subvención de la FIFA, la Comisión de Finanzas de esa entidad hizo una "propuesta" que, "desde la perspectiva de hoy, debía haber sido rechazada", pero insistió en que "no se compró ningún voto para percibir" esa ayuda financiera.
El exfutbolista no explicó cuál fue la "propuesta" concreta de la FIFA, que en 2002, según reveló la semana pasada el presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, pidió a Beckenbauer un pago de 10 millones de francos suizos (6,7 millones de euros) como condición para recibir una subvención de 250 millones de francos suizos (170 millones de euros según el cambio de entonces).
Según Niersbach, Beckenbauer estuvo de acuerdo en asumir ese pago, que finalmente efectuó el entonces presidente de la empresa de ropa y calzado deportivo Adidas, Robert Louis-Dreyfus, fallecido en 2008.
La DFB devolvió a Louis-Dreyfus su dinero en 2005, una factura que ha despertado las dudas y que ha extendido las sospechas sobre la organización del Mundial de 2006.