AFP
Manchester United rindió homenaje a las víctimas de la catástrofe aérea de Múnich, de la que este martes se cumplieron 60 años y que marcó la historia del club.
En un frío glacial, en el estadio de Old Trafford, donde se concentraron más de 4.500 personas, se guardó un minuto de silencio a la hora exacta en la que se produjo el accidente que provocó 23 muertos, entre ellos ocho jugadores y tres miembros del cuerpo técnico, que regresaban de Belgrado de disputar las semifinales de la Copa de Europa.
El capitán del equipo, Michael Carrick, y el entrenador José Mourinho depositaron coronas de flores bajo los aplausos de los congregados y con la presencia de los dos únicos jugadores aún vivos que sobrevivieron a la tragedia, Bobby Charlton y Harry Gregg.
También se celebraron ceremonias de homenaje en Múnich, donde el avión se estrelló poco después de despegar tras una escala, y Belgrado, coincidiendo con la fecha de la catástrofe, ocurrida el 6 de febrero de 1958.
El ex entrenador del United Alex Ferguson también estuvo presente en el acto.
Antes de la ceremonia, Carrick tuiteó una foto del equipo antes del accidente con el mensaje: "60 años después del accidente aéreo de Múnich. Hoy recordamos y rendimos homenaje a todos aquellos que tristemente perdimos. No os olvidaremos nunca".
Por su parte, el delantero chileno Alexis Sánchez retuiteó el mensaje de “nunca lo olvidaremos”, publicado por su club.
Además de los ocho jugadores fallecidos, otros dos no pudieron volver a jugar nunca más como consecuencia de las lesiones sufridas. "Fue duro, incluso ahora", declaró hace pocos días a la AFP Wilf McGuinness, de 80 años, que no fue víctima del accidente por quedarse en su país por una lesión.
El club se sobrepuso como pudo y acabó convirtiéndose en el primer equipo inglés en ganar la Copa de Europa, en 1968. El primer británico fue el Celtic de Glasgow escocés, en 1967.
Pero la tragedia sigue en la mente de los aficionados y el mundo del fútbol. Un reloj en Old Trafford, parado a las 15:04, la hora de la accidente, recuerda el drama, mientras que en el “túnel de Múnich”, que pasa bajo una de las tribunas, hay una llama encendida eternamente.