Este 3 de febrero se realizará la cuarta fecha de la Fórmula E con el Grand Prix de Santiago. G.H.Mumm, del grupo Pernod Ricard, la champaña oficial del circuito más importante de carreras de autos eléctricos, será parte de la ceremonia. Sobre todo cuando el ganador pise el podio y lo descorche, un infaltable en los festejos del mundo automovilístico.
Aquella botella que hacen estallar los competidores en el podio no es cualquiera. Son botellas de tres litros para esta ocasión, traídas especialmente de Francia. ¿Pero cómo y cuándo surge esta conocida tradición?
No es reciente. Desde 1950 que los ganadores de las carreras automovilísticas celebraban sus victorias bebiendo champaña. Pero fue en 1966 cuando se implantó el conocido “champagne shower”. En esa ocasión, el histórico piloto Jo Siffert se había consagrado como ganador de las 24 Horas de Le Mans. Previo a la carrera, alguien de la organización dejó la botella a pleno sol en el podio y cuando el suizo descorchó para celebrar ésta estalló, mojando con champaña a todos los asistentes.
El giro sustentable de Pernod Ricard
Durante 15 años Pernod Ricard, dueño de marcas como Chivas, Absolut y The Glenlivet, entre otras, estuvo presente en la Fórmula 1 con su prestigioso champaña G.H.Mumm. Sin embargo, en enero de 2016, la empresa francesa comunicó su salida de esta competencia para entrar de lleno a la Fórmula E. Esto se explica por un giro sustentable que dio Pernod Ricard a nivel mundial. “La sustentabilidad está en el ADN de la empresa, por esta razón se generó una alianza con la Fórmula E”, explica Jean-Baptiste Mouton, General Manager de Pernod Ricard Chile.
Esta es una de las iniciativas sustentables que ha adoptado la empresa donde también destaca la eliminación de todas las bombillas plásticas en los tragos y cócteles a nivel global y por supuesto la alianza con el circuito de carreras de autos eléctricos más importante del mundo.
En este contexto, la Fórmula E se podría transformar en una oportunidad importante para Chile. El armado de un auto eléctrico conlleva más utilización de cobre y litio para su elaboración, dos materias primas abundantes en nuestro país. “La utilización de autos eléctricos es una tendencia limpia y sustentable que podría beneficiar a Chile, por ende estamos muy contentos de apoyar este tipo de iniciativas”, sostiene Mouton.