El Gran Premio de Francia de Fórmula 1, previsto para el 28 de junio, fue suspendido este lunes a causa de la pandemia de COVID-19, lo que sitúa al Gran Premio de Austria, programado para el 5 de julio, como la primera prueba que se mantiene en el calendario.
La temporada continuaría en Europa, Asia y América y concluiría en diciembre en Abu Dabi, habiéndose completado entre 15 y 18 carreras.
"Las primeras carreras se disputarían sin seguidores, pero esperamos que puedan ser parte de nuestros eventos según avance el calendario. Todavía tenemos que trabajar algunos procedimientos con los equipos y con nuestros socios para entrar y poder operar en cada país", indicó el director general de la Fórmula 1.
La salud es lo primero
En un comunicado, Chase Carey subrayó que la "única" prioridad sigue siendo garantizar "la salud y la seguridad" de todas las personas involucradas en los Grandes Premios.
"La Federación Internacional de Automovilismo, los equipos, los promotores y nuestros socios han estado trabajando con nosotros en estos pasos y queremos agradecerles su apoyo y esfuerzo durante este tiempo. También queremos reconocer el hecho de que los equipos nos hayan apoyado, al tiempo que hacían esfuerzos enormes y heroicos para construir ventiladores para ayudar a los infectados por la COVID-19", afirmó.
Casey apuntó que todos los planes previstos están sujetos a cambios, dado que hay muchos aspectos del coronavirus que son desconocidos. "Todos queremos que el mundo vuelva a ser como lo conocimos", subrayó